El atleta manabita Edwin Ibarra alcanzó con éxito los 1.502 kilómetros corriendo descalzo para establecer un nuevo récord Guinness a la mayor distancia recorrida sin ningún tipo de calzado. Lo hizo en 46 días, el pasado 23 de diciembre, cuando llegó a su natal Pedernales.

El récord anterior fue cumplido en prácticamente el doble de tiempo, 3 meses, y la distancia alcanzada fue de 1.488 kilómetros.

Ibarra tiene la marca, pero deberá esperar hasta febrero cuando, desde Londres, donde está la sede del organismo, se oficialice la ruptura del récord.

“Me siento extremadamente feliz por haber cumplido este sueño. Fueron 46 días de arduo trabajo que llegaron a su fin, con el objetivo conseguido”, dijo Ibarra luego de la travesía.

El atleta atravesó 5 provincias ecuatorianas para completar el trayecto: Pichincha, Santo Domingo de Los Tsáchilas, Esmeraldas, Manabí, Santa Elena y Guayas.

Ibarra reconoció que su cuerpo y sobre todo sus pies resistieron de buena forma durante todo el trayecto. Sus pies terminaban hinchados después de cada jornada, pero no tenía heridas mayores que impidieran que continuara.

“Las cosas más complicadas que enfrentamos junto a mi equipo fueron la dureza del asfalto durante los 1.502 kilómetros, pero también la indiferencia de la gente hacia mí en algunos tramos”, dijo.

Después de cada jornada debía realizarse masajes y curaciones en las ampollas de las plantas de los pies, para poder continuar al día siguiente.

Esa no sería la única marca que Ibarra rompería, pues en el inicio del camino logró otra marca de velocidad: recorrió descalzo 100 km en un tiempo de 08h 42m 11s y superó el récord del neozelandés Peter Botha, que tiene la marca con un tiempo de 08h 49m 42s. (I)

El manabita  corre descalzo desde niño

La facilidad de Edwin Ibarra de correr descalzo surgió desde niño. No tenía zapatos deportivos y debía cuidar los que tenía para asistir al colegio y a la iglesia.

Surgió su gusto por el atletismo y cuando compitió en una carrera de 5 kilómetros en su ciudad natal lo hizo descalzo. Llegó en segundo lugar y desde ahí empezó la motivación por correr sin zapatos.

“Eso fue el detonante para ingresar al mundo del atletismo y también correr de una forma distinta”, dijo. (I)