Bárbara Bomfim quedó encantada con la majestuosidad de los volcanes Antisana, Cotopaxi y Sincholagua, que se avistaban por entero minutos antes de la partida del Mundial de Deporte Aventura 2014, el pasado 9 de noviembre. La brasileña, miembro del equipo español Columbia Vidaraid, no se cansó de repetir que, pese a contar varios viajes a distintos lugares del planeta, nunca antes observó de cerca tantos nevados.

Impresiones similares vivieron los otros 199 competidores que participaron en la justa, sobre todo los extranjeros, a quienes les sorprendió la diversidad de los suelos ecuatorianos y la rapidez con la que se pasaba de la montaña al llano.

Esa variedad convirtió este año a Ecuador en un preciado destino para competencias internacionales de disciplinas al aire libre. El potencial existió siempre, pero no era aprovechado. De acuerdo a Santiago Miño, asesor en deportes del Ministerio de Turismo, hace 3 años, el Gobierno Nacional se propuso explotar la riqueza paisajística de la nación y convertirla en un atractivo para quienes gustan de las actividades físicas al aire libre.

En el transcurso del presente calendario, el país acogió 2 paradas del Circuito Latinoamericano de Surf Profesional. La primera se efectuó del 28 de enero al 1 de febrero en Engabao, Playas (Guayas). Y la segunda, entre el 11 y 15 de febrero en Montañita (Santa Elena). Después, del 9 al 17 de noviembre, se convirtió en la sede del XII Mundial de Deporte Aventura, cuya travesía constó de 710 kilómetros en territorios de Napo, Pichincha y Esmeraldas. Finalmente, del 22 al 29 de noviembre, Guayaquil cobijó el Premundial de Parapente.

Según Miño, mejorar la infraestructura de movilidad y alojamiento, así como la calidad de los servicios, se convirtió en la clave para que las entidades que avalan estas justas le asignen a Ecuador su organización.

La tarea sirvió, de paso, para medir el grado de colaboración entre distintas carteras de Estado. Unieron fuerzas con el Ministerio de Turismo, principalmente, los ministerios del Ambiente y Deporte. La coordinación interinstitucional permitió que las bregas se desarrollen con éxito.

Santiago López, responsable del Mundial de Deporte Aventura, coincide con este criterio y le suma el aporte que brindaron el Municipio de Quito y las prefecturas de Napo, Pichincha y Esmeraldas. De hecho, oficialmente, el Circuito Mundial de Carreras de Aventura nombró como sede oficial a la ciudad capital, pues en la urbe se cumplieron la inscripción de equipos, revisión de implementos, presentación del evento y desfile de las delegaciones.

“Los 2 candidatos principales para ser anfitriones del certamen fueron Ecuador y Suiza. Nos eligieron porque contamos con hoteles y aeropuerto de primer orden, excelentes carreteras. De ahí la diversidad de paisajes, el hecho de tener 3 regiones en una misma competencia, resultó fundamental al momento de compararlo con lo que presentaba Europa”, resume López.

Miño considera que contar con selva, costa, montañas, playas e islas, le dan a Ecuador una capacidad envidiable, con un futuro promisorio en actividades de turismo deportivo, siempre y cuando existan las regulaciones ambientales adecuadas. La capacidad es tal, que en la última década se incrementaron notablemente los torneos de disciplinas al aire libre, incluso se introducen nuevas como los vuelos en globo y el esquí sobre nieve.  

No solo eso, universidades como la Internacional y la San Francisco de Quito incluyen este tipo de deportes entre sus actividades. En el futuro tal vez haya profesiones relacionadas a la guianza en montañas, mar o ríos, algo que abriría nuevas perspectivas laborales.