La desubicación que tuvo el atleta Gustavo Cevallos en el kilómetro 20 durante la ultramaratón La Misión en Villa La Angostura, Argentina, no impidió que el quiteño consiguiera el triunfo de la competencia de 160 kilómetros, el pasado fin de semana.

Completó el recorrido en 28h 10m y se convirtió en el segundo ‘tricolor’ en alcanzar la victoria en la carrera de ‘trail running’ más importante de Sudamérica. En la edición de 2012, Gonzalo Calisto triunfó en esta prueba en la Patagonia.

Pero Cevallos no estuvo solo en La Misión. Su amigo y compañero de entrenamientos, Francisco Pinto, completó el recorrido en 30h 14m y se ubicó segundo en esta competencia que reunió a más de 500 aventureros. En la prueba de los 80 kilómetros el ‘tricolor’ Roberto Olmedo terminó segundo.

El ganador de la edición 2015 de esta competencia, que empezó en 2005, tuvo uno de sus mejores días como atleta; se sintió cómodo, mantuvo un ritmo fuerte y no sufrió lesiones hasta cruzar la meta en Villa La Angostura.

Cevallos se mantuvo en el pelotón de adelante desde el comienzo, pero en el kilómetro 20 se perdió y cedió terreno y cayó al 28º puesto, pero continuó adelante y 40 kilómetros más tarde ya estuvo cuarto.

Antes de los 100 km ya avanzó a la segunda ubicación, detrás de un atleta brasileño y había superado a Pinto. “Me sacaba una hora y media de ventaja y pensé en una frase que me gusta: ‘Cuando el corazón sueña algo no existen imposibles’, y me propuse alcanzarlo”.

La clave para superar al atleta brasileño y cruzar la meta primero fue su estrategia, pues supo administrar de mejor manera su fuerza, alimentación e hidratación.

El fuerte sol de verano mermó a Pinto, quien luego de 60 kilómetros las piernas no le respondían y mentalmente estaba decaído. Se comió una hamburguesa, tomó una gaseosa y masajeó sus piernas y pies. A las 21:00, con nuevos ánimos, mejoró su paso y esa noche su suerte cambió. Pasó de la 30ª ubicación a la 3ª a las 06:00, detrás de Cevallos y el brasileño.

En los últimos 12 kilómetros observó al brasileño a la distancia y poco a poco recortó terreno, hasta que lo alcanzó en el último de los 9 pasos de montaña de la competición. “Le pregunté al brasileño si estaba bien, me consultó molesto de qué categoría era yo, al saberlo se resignó y seguí adelante”, comentó.