Por Juan Bernal para EL TELÉGRAFO

La quiteña Daniela Darquea se clasificó el 18 de mayo pasado al  Abierto de Estados Unidos de golf, tras una eliminatoria disputada a 36 hoyos en el Bradenton Country Club, en Florida. El torneo se jugará del 6 al 12 de julio, en el Lancaster Country Club, en Filadelfia.

Daniela anotó scores de 68 y 71, lo que aseguró uno de los dos cupos en disputa para el torneo de golf más importante del mundo. Acceder a este certamen sería equiparable -guardando las proporciones- a un mundial de fútbol, a un grand slam de tenis o a una gran vuelta ciclística.  

El Abierto de Estados Unidos es uno de los 4 grandes torneos a escala mundial al que solo acceden las mejores golfistas del ranking mundial. Sin embargo, se destinan unos cupos en las clasificaciones abiertas a las que se postulan cerca de 3.000 golfistas, pero solo 20 califican.

Si bien la clasificación de Daniela resulta sorprendente, los resultados son fruto del trabajo intenso durante varios años. “No me sorprende la clasificación, sus condiciones son de lo mejor que he visto”, declaró Patti Rizzo, entrenador de golf en la Universidad de Miami.  

Darquea jugó golf, por primera vez, cuando tenía 4 años. Ni su madre ni su padre practicaban este deporte, pero ella sentía curiosidad. Fue su tío Manuel Bastidas quien la llevó a un campo de golf. Contra todo pronóstico, la pequeña caminó los 18 hoyos y en cada uno hacía el intento de pegarle a la pelota. “Yo vi en Daniela las ganas y las condiciones para jugar”, asegura su tío.

Daniela recuerda con alegría que después de esa primera experiencia cayó exhausta, pues una niña de 4 años no suele caminar y jugar tantas horas seguidas. Sin embargo, esa experiencia sería el punto de partida de la carrera que hoy se empieza a concretar.

Daniela abandonó sus estudios escolares convencionales (tomaba clases con tutores) para dedicar tiempo a la práctica y el acondicionamiento físico. Estos sacrificios hoy empiezan a dar frutos. Su éxito ha sido destacado por la Federación Ecuatoriana de Golf y el Ministerio del Deporte, que le han asignado un presupuesto anual para apoyar su carrera.

Actualmente es una de las mejores 30 jugadoras aficionadas del mundo y hace un par de semanas estuvo en el top 10. En este momento realiza estudios de fisioterapia en la Universidad de Miami, gracias a una beca que obtuvo por sus méritos deportivos. El día a día de Daniela combina las actividades académicas con extensas jornadas de entrenamientos.  

Ha participado en innumerables torneos. Fue subcampeona sudamericana en 2008 y 2009. Ha ganado distintos torneos en el golf universitario del NCAA y ha sido destacada en dos ocasiones por la revista Golf Week como la jugadora de la semana.

Daniela es la apuesta latinoamericana y ecuatoriana, en un deporte dominado históricamente por las jugadoras norteamericanas y europeas, y recientemente por las golfistas asiáticas. Desde 2016 será parte del Ciclo Olímpico. (I)