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El domingo el equipo enfrenta a irlanda
Creevy disputa su segundo mundial de rugby
Agustín Creevy sueña con levantar la Copa del Mundo como capitán de la selección argentina de rugby. Y se le iluminan los ojos cuando habla de ello. “Lo juro”, afirma si alguien no le quiere creer.
“Este equipo no tiene techo. Tuvimos errores, por cuestiones de nervios. Pero cuando estamos con confianza, el equipo juega. En cuartos de final, el equipo, con el hambre que tiene, va a pelear contra esos errores que venimos cometiendo y los vamos a superar”, afirma el capitán.
Agustín Creevy disfruta del mundial y se toma con responsabilidad ser capitán de los Pumas. “Puedo preguntar algo a los veteranos, pero las decisiones de capitán las trato de tomar yo. Las decisiones difíciles fueron dentro de la cancha. Puedo escuchar, pero yo decido. Fuera es sobre los que nos conviene, si dormir acá o en otro lado. Ver qué es lo mejor la noche antes del partido”, explica.
A sus 30 años, el hooker platense, tras varios años en Europa (Biarritz, Clermont y Montpellier en Francia, y Worcester Warriors en Inglaterra), la próxima temporada jugará en la franquicia argentina que participará en el Súper Rugby, el campeonato profesional del Hemisferio Sur.
En general, los capitanes suelen dormir solos en la habitación, pero a Creevy no le gusta. “El capitán siempre durmió solo, pero a mí no me gusta, me aburro mucho. Me gusta compartir. Mi compañero de cuarto es Lucas González Amorosino. En el cuarto es tranquilo. Hablo más yo que él”, señala.
Creevy toma decisiones que corresponden al capitán, pero no le gusta meterse en temas técnicos que corresponden exclusivamente a los entrenadores.
“Trato de no meterme mucho. Puede venir alguno a preguntarme. A ver qué es lo que a mí me parece en ese momento, pero de un jugador en particular, aunque el armado es de ellos. Prefiero que decidan ellos, los que saben, y nosotros a jugar. Si me preguntan doy mi punto de vista, pero lo arman ellos”, señala.
El capitán de los Pumas destaca la buena relación entre los jugadores argentinos presentes en el mundial que se disputa en Inglaterra. “Me gusta mucho el grupo y la armonía. Todos nos llevamos muy bien, los más grandes como los más chicos. Con la suspensión de Mariano Galarza, que es muy amigo mío, me cayó un bajón. Son cosas de la vida. Ya le dije a él que le va a hacer más fuerte, que tendrá revancha. Fue triste, pero nos unió mucho más. Cuando nos sacan un soldado pasa eso. Esas cosas nos unen y nos protegemos como equipo”, señala con seguridad.
“La honestidad, una transparencia muy grande y el compañerismo son algunas de las características de este equipo. Es un grupo muy divertido, sano y trabajador”, añade.
Creevy disputa su segundo mundial. En el primero fue eliminado en cuartos de final en Nueva Zelanda-2011. En el segundo quiere superar esa ronda, derrotar a Irlanda el sábado en Cardiff, y sueña con levantar la Copa Webb-Ellis el 31 de octubre en Twickenham. (I)