Con la pelota pegada a los pies, esquivando rivales y marcando goles, 12 jugadores buscan espacio en la selección ecuatoriana que participará en la Copa América de Fútbol para Personas con Parálisis Cerebral, que se disputará en Quito del 27 de octubre al 3 de noviembre.

Bajo la tutela del entrenador Hernán Cadena, los futbolistas entrenan  y muestran sus habilidades en la cancha de la Universidad Católica, donde día a día se esfuerzan para formar parte del equipo definitivo que disputarán el certamen en el complejo de Independiente del Valle, en Sangolquí (oriente de Quito).

“Estamos en un momento de observación de varios jugadores, para ello hicimos visitas a varias provincias para buscar elementos que dentro de su discapacidad funcional puedan estar dentro de la práctica activa del deporte”, dijo Cadena, quien tiene previsto realizar cuatro micro-ciclos antes de la Copa.

El balompié para personas con parálisis cerebral tiene un desarrollo en Ecuador de dos años a través de la organización de la Federación Ecuatoriana de Deportes para Personas con Discapacidad Física (Fedepdif).  

En Esmeraldas, Pichincha, Imbabura y Manabí es donde más actividad hay en esta disciplina. Allí puso Cadena su mirada para examinar a más de 30 futbolistas y escoger a los 12 preseleccionados que trabajan en Quito.    

El torneo continental reunirá a jugadores con parálisis cerebral y daño cerebral adquirido provenientes de seis países sudamericanos, más Estados Unidos y Canadá.

El torneo internacional entregará cinco cupos para los Juegos Parapanamericanos Lima 2019.

“Para mí representa un orgullo ponerme la camiseta de mi país y esperamos obtener una medalla en la Copa América”, mencionó el imbabureño Ricardo Padilla, de 30 años, que juega como mediocampista y quien tiene parálisis cerebral de nacimiento. “A través del fútbol he podido demostrar que se puede salir adelante”, añadió el hincha de Liga de Quito.   

El balompié es una herramienta para visibilizar e incluir a jugadores con discapacidad, y ese es el objetivo que persigue la Federación Internacional de Fútbol para personas con Parálisis Cerebral  al organizar la Copa América en Ecuador.

“La práctica del deporte les ha aportado mucho en su desarrollo a estos jugadores, sobre todo en coordinación, que es de lo que ellos carecen por su discapacidad. El fútbol les ayuda a tener un mejor desenvolvimiento en la vida diaria”, dijo Yolima Paiz, quien es director técnico metodológico de la Fedepdif. 

Las normas que rigen la competición son las de la FIFA, con las adaptaciones que introduce la Federación Internacional.  

Las principales reglas de esta modalidad del fútbol son que la cancha tiene que ser de 70 por 50 metros, el saque es con las manos, juegan 7 contra 7, siempre en el campo con un jugador nivel 5, es decir que tiene mucha discapacidad; uno escala 8, poca parálisis; y los restantes pueden ser entre 6  y 7 el nivel.

“Nuestras aspiraciones en el torneo son dejar todo en la cancha, ganar todos los partidos y clasificar a los Juegos Parapanamericanos Lima 2019”, manifestó el delantero Sebastián Jaramillo, quien también sufre parálisis cerebral de nacimiento. 

La modalidad del certamen será con una fase inicial en la que los ocho equipos participantes serán divididos en dos grupos. Los dos primeros de cada uno clasificarán a las semifinales y luego los ganadores disputarán el título.

El quinto cupo lo disputarán en un cotejo los elencos que se ubiquen terceros en cada llave.  

La sede de la Copa América Ecuador 2018 será el Centro de Alto Rendimiento del club Independiente del Valle en Sangolquí (oriente de Quito), donde se celebrarán los partidos del torneo paralímpico que se disputa desde 1984. (I)