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Cevallos despuntó en los 200 kilómetros de La Misión
El ultramaratonista ecuatoriano Gustavo Cevallos ganó la prueba La Misión, que se realizó en la Patagonia argentina. El quiteño llegó en primer lugar en los 200 kilómetros, una de las pruebas más exigentes en el continente.
Desde septiembre del año pasado, Cevallos se preparó para competir en esta prueba de resistencia. No tuvo problemas físicos para terminarla y logró una gran ventaja sobre sus inmediatos seguidores, que no pudieron seguirle el ritmo que impuso.
Su plan establecía que debía salir con todo desde el primer kilómetro; quería estar en la punta y ver quiénes se animaban a seguirlo. Con el pelotón definido, Cevallos continuó, pero las dificultades se hicieron presentes.
En el primer tramo la pasó mal, pues se le cayó una bolsa con comida para soportar al menos los primeros 70 kilómetros. En ese punto existía un lugar de abasto, pero mientras tanto tuvo que resistir sin ingerir alimentos.
Un corredor francés le convidó un par de barras de proteínas y pudo continuar hasta llegar al lugar de abasto, donde se hidrató, comió y todo volvió a la normalidad. La prueba es de autosuficiencia, por lo que cada deportista debe llevar consigo la comida; sin embargo, deben ir con lo justo por el peso que representa cada elemento extra.
“Cerca del final también me frustré, porque me cambié de medias, pero me afectaron los pies; me salieron ampollas. Jugó a mi favor la gran diferencia que saqué al segundo pelotón, que no pudo alcanzarme”, comentó el deportista.
Otro aspecto importante para su éxito es la parte mental. En estas carreras él suele fraccionar las distancias para de alguna manera ‘engañar’ a la mente. “Si me planteo en la cabeza correr 200 km, me volvería loco. Yo divido las distancias y me digo: ‘voy a correr hasta el km 70 y luego empezará otra carrera’. Es un mecanismo de autosugestión”.
Tras esa victoria, Cevallos no pierde tiempo y se ocupa en su recuperación física. Según contó, su cuerpo respondió de gran manera, luego de exigirlo hasta el límite y se alista para una competencia aún más demandante.
En septiembre estará en el Tor des Géants (Tour de Gigantes), una prueba que se disputa en Italia que tiene un recorrido de 340 km. “Estuve el año pasado, pero las ampollas me complicaron, así que me quedé con muchas ganas. Es comparable con el Tour de Francia de ciclismo, porque allí participará la élite mundial”.
Los competidores deben completar la prueba sin pausas, por lo que deben dosificar el sueño, la alimentación y la hidratación de manera que resistan todo el trayecto.
Antes de asistir a la prueba italiana, Cevallos prevé estar en otras competencias de largas distancias para llegar con más kilómetros recorridos. (I)