Brasil no cumplió la meta de llegar entre los 10 primeros en los Juegos Olímpicos, pero obtuvo el mejor resultado de su historia, con 19 podios y 7 oros, con grandes conquistas individuales y colectivas, que lo convirtieron en el primer país latinoamericano de la competición.

El equipo brasileño, que recibió en la última década una inversión personal y becas al 77% de los atletas que participaron de Río-2016, terminó en decimosegundo lugar si se cuentan todas las medallas, y decimotercero si se cuentan apenas las de oro. La mejor actuación de oros había sido en Atenas-2004. “Ser los mejores de la región nos reconforta”, dijo Carlos Nuzman, presidente del Comité Olímpico Brasileño.   

Ahora, hubo 11 medallas inéditas, 10 en modalidades individuales, como piragüismo (canotaje), salto en alto, tiro, boxeo y taekwondo. El gran protagonista brasileño, que alumbró como ídolo, fue Isaquias Queiroz (foto), con dos platas y un bronce en canotaje  y hay iniciativas para cambiar el nombre de la Laguna Rodrigo da Freitas por el del deportista. “Me sentiría realmente honrado”, dijo Queiroz.   

El oro en judo de Rafaela Silva, una niña que se crió en las calles de la favela Ciudad de Dios, conocida por la película homónima, y se dedicó al deporte como forma de atenuar la violencia que hay su comunidad, animó a los locales. Esta es la medalla más emblemática.     

La victoria más sorprendente fue la de Thiago Braz en salto en alto con récord olímpico de 6,3 metros, en un episodio que fue cuestionado por los silbidos contra sus rivales. También la vela dejó que desear, pero obtuvo una dorada, con la dupla Martine Grael y Kahena Kuntze. El básquetbol decepcionó al caer en octavos de final, el vóley de playa ratificó a Brasil como potencia y el vóley masculino indoor se llevó el oro en forma impecable. (I)  

El fútbol logró  el título que le faltaba

El broche de oro para la delegación anfitriona lo dio el fútbol masculino, cuestionado al principio por pésimas actuaciones (empates sin goles ante Irak), pero ganó el único título que le faltaba a los pentacampeones mundiales, de la mano de su capitán Neymar.

La gran decepción, sin dudas, fue la natación, con apenas tres nadadores en las finales, luego de haber escrito una historia dorada en tanto en Atenas-2004 como en Londres-2012. (I)