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Un besito de bienvenida
Pocas, pero bulliciosas personas se dieron cita ayer en la terminal aérea Mariscal Sucre para recibir a la selección Sub 20 que fue eliminada en octavos de final del Mundial que se disputa en Colombia.
José Tibanquiza, amigo personal del técnico Sixto Vizuete y dirigente de Espoli, fue el primero en llegar al aeropuerto y esperar con paciencia al tiempo de flamear una bandera tricolor. Con papel picado recibió a los jóvenes ecuatorianos que participaron por segunda vez en una cita intercontinental de esta categoría.
A él se unieron decenas de familiares de los futbolistas, sobre todo padres y esposas que con aplausos los saludaron. Flores y globos estuvieron listos para ser entregados. El primero en salir por la puerta de vidrio fue el capitán Dennis Quiñónez, quien lució un estilo muy “cafetero”, que incluyó un sombrero de ala ancha con vivos cafés.
Como todos sus compañeros estuvo uniformado y abierto al diálogo. Resaltó la tarea cumplida por todo el conjunto en Colombia. “Lastimosamente no pudimos llegar al objetivo, pero venimos con la frente en alto, porque dejamos todo dentro de la cancha”, dijo el defensa.
Similar estilo mostró el asistente técnico Julio César Rosero, quien se mostró con algo de desazón por la temprana eliminación. “Teníamos plantel para avanzar más, lamentablemente la suerte y la definición no nos acompañaron”, añadió el AT.
Metros más atrás se divisaron las figuras de Edder Fuertes y Mario Pineida que avanzaron hasta confundirse con un abrazo efusivo con sus familiares. La madre de Fuertes, Zoila Bravo, llegó con las justas a la terminal quiteña procedente de Quevedo. Rentó un taxi para saludar y llevar a su hijo a la fiesta de bienvenida que le tenían preparada en esa ciudad. Por el viaje de ida y vuelta canceló 100 dólares. “Estoy orgullosa de Edder y por eso cualquier esfuerzo es poco. Lo importante es tenerlo cerca”, refirió Bravo que estuvo acompañada de su cuñada Elizabeth Fuertes.
Otra familia que acudió al recibimiento fue la de Marlon De Jesús. Sus padres Óscar y Nubia, así como sus hermanos Bryan y Alejandra, estuvieron presentes.
El último en salir del aeropuerto fue el DT Sixto Vizuete, a quien lo recibieron con aplausos y gritos de “Viva Sixto”. Incluso estuvo presto a cumplir con fotos de sus coterráneos de Guaytacama.