Ecuador, 18 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

"Hasta que haya una vacuna para el coronavirus probablemente habrá una tercera ola"

"Hasta que haya una vacuna para el coronavirus probablemente habrá una tercera ola"
06 de diciembre de 2020 - 00:00 - Redacción Actualidad

No todas las personas pueden quedarse en sus hogares en estos momentos de pandemia: deben ir a sus trabajos o a visitar clientes y eso les obligan a utilizar el transporte público. ¿Qué medidas hay que tomar para protegerse y prevenir los contagios? ¿Conviene que abrir las ventanillas de estos vehículos para que haya más ventilación? ¿Qué hacer si un pasajero no tiene la mascarilla puesta? 

Este Diario conversó con Vicente Soriano, docente en Medicina Personalizada de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), médico especialista en Enfermedades Infecciosas y exasesor de la OMS, sobre este tema.

Hay una nueva ola de covid-19 en Europa y América Latina. ¿Se espera que haya rebrotes hasta que se apruebe la vacuna?

Sí, es espera. Estamos ahora en la segunda ola en Europa y, sobre todo, después del confinamiento intenso que hubo en primavera. Probablemente de alguna manera en América Latina también se estará extendiendo, pero con menos intensidad que en Europa. Hasta que haya una vacuna probablemente habrá una tercera ola, especialmente por las vacaciones de navidad, la gente se va a relajar. No sabremos qué pasará más allá de marzo y la Semana Santa, porque ya estarán disponibles las primeras vacunas en diferentes sitios.

Al revisar las cifras de ese rebrote en Italia, por ejemplo, 30 mil contagios en un día y 700 muertos. ¿La gente no se cuida y olvidó a esta pandemia?

Creo que el ejemplo de Italia se ha reproducido en otros lugares de Europa. Lo que está pasando ahora no tiene nada que ver con lo que ocurrió en la primera ola. Lo que pasa es que las cifras de contagios son altas en Italia debido a que ahora ya hay muchos test, y esa cifra de muertos se debe a que Italia es el país de Europa con la edad media más avanzada, es el país que tiene bisabuelos. Entonces, con esas circunstancias, si hay una segunda ola de covid-19, pues no es de extrañar que teniendo suficientes test y gente mayor haya 30 mil contagios y 700 muertos diarios.

Los expertos en el tema dicen que el mayor contagio está en el transporte público. ¿Qué deben hacer los usuarios?

No es verdad. No es cierto que el mayor contagio está en el transporte público. Pero ¿qué deben hacer los usuarios? La utilización de mascarillas generalizada por toda la población sigue siendo la medida más efectiva para prevenir el contagio, y en todos los momentos, ya sea actividades en espacios abiertos o cerrados, como un autobús. Lo que sí es seguro es que con las ventanas abiertas se reduce mucho el riesgo de contagio y no sólo de contagio, sino de que si se contrae el virus no se desarrollen síntomas graves.

Es muy importante llevar una mascarilla para evitar contraer el virus, y si lo tienes tú, no contagiar. Y luego, realizar las actividades en espacios ventilados o en espacios abiertos. O sea, con esto dicho, en realidad el transporte público no es un mecanismo muy importante de transmisión del covid-19.

¿Los transportistas cómo deben proteger a los usuarios?

Tener las ventanas abiertas, garantizando que la unidad esté bien ventilada. Esto se hace en Madrid, por ejemplo. Los autobuses llevan las ventanas abiertas y la gente va abrigada dentro del autobús con sistemas de calefacción cuando afuera hace mucho frío.

Por ejemplo, en Ecuador, el sector del transporte dice que ya no es negocio llevar a menos gente y aplicar las reglas de distanciamiento social. ¿Ante esta paradoja que puede hacer el gobierno local?

Lo que se está haciendo, por ejemplo, en Madrid, es que ya no te puedes sentar al lado de otra persona. Hay un espacio vacío para evitar el distanciamiento social y llevan la mitad de los usuarios del autobús habitual. Y eso también pasa en los restaurantes, que ahora se permite sólo del 50% o el 30 y en los lugares de trabajo igual. Entonces, los transportistas tendrán que ser creativos como el resto de los negocios de otras empresas para poder sostenerse. Tendrán que implementar viajes más frecuentes. Los autobuses aquí en Madrid han duplicado muchos de sus trayectos precisamente para que la gente pueda ir y, sabiendo que no pueden subir todos en un mismo autobús, tomarían otras unidades que hacen el mismo trayecto.

Tampoco se puede decir a la gente que no use autobuses y suba a un taxi porque representan costos elevados. Entonces ¿Cuáles son las alternativas?

Creo que el transporte público y sus unidades deben defenderse, o sea, deben procurar y dar la seguridad a la gente de que lo pueda coger sin ningún problema, quizás poniendo más autobuses que hagan ese recorrido y cuidando las distancias sociales, pero tienen que procurarse que todo eso exista. La gente tiene que poder ir a trabajar. Sobre todo, tomando en cuenta la situación de la mayoría de gente, para quien no será accesible coger un taxi.

¿Es recomendable llevar a niños o ancianos en el transporte público?

Niños no hay problema, pero siempre con mascarilla, y los ancianos, en cambio, sólo llevarlos cuando sea imprescindible, sobre todo porque son un grupo vulnerable, si agarran el virus, la posibilidad de que agraven es mucho más alta.

¿Usted conoce de alguna iniciativa de transporte que esté funcionando o sea creativa y ayude a la gente a movilizarse sin riesgo de contagio?

Ahora se ha expandido la tendencia de todo lo que son bicicletas eléctricas e incluso patines eléctricos que funcionan con aplicaciones. Estas son posibilidades cuando el trayecto no es muy largo y en ciudades planas.

En cuanto al transporte público, en Madrid se ha tomado el modelo de los colegios, donde todos usan mascarillas, las ventanas en las clases se mantienen abiertas y procuran que haya distancia de un metro y medio entre cada asiento. De esta manera los colegios han funcionado muy bien, no hay contagios, sino cuando acuden a fiestas los fines de semana. Y tampoco hay contagios en los autobuses, porque si tú te cuidas, llevas la mascarilla, el autobús está ventilado y se procura que haya distancia entre los pasajeros, no hay riesgo de contagio.

Hay estudios en China que dicen: en los viajes más largos incrementa el riesgo, incluso para quienes estaban sentados a dos filas de distancia. ¿Entonces, qué hacer? ¿Mejor usar bicicleta o caminar?

Creo que la alternativa es, en viajes largos, usar el transporte público y que abran las ventanas, y no olvidar la mascarilla. Los estudios de China que se menciona en la pregunta son muy antiguos, deben ser de la primera ola. Obviamente, si se puede usar la bicicleta o caminar es mucho mejor, pero si no se puede, asegurarse que el autobús que tomemos cumpla con esta condición importante.

Un estudio del Metro de Nueva York concluyó que las personas paradas tienen más posibilidad de contagiarse porque tocan una superficie. Eso también puede ocurrir a quienes usan autobuses. ¿Qué hacer en estos casos?

Esos estudios no son claros. Lo que sí está comprobado es que el virus se contrae básicamente por la inhalación, por vía respiratoria. Por tocar una superficie donde alguien haya tosido es muy difícil contraer el virus. Por supuesto que la higiene periódica de las manos es necesaria, pero por tocar superficies y luego tocarse la boca o los ojos es muy raro contraer el virus. El virus se transmite por inhalación de partículas, se requiere el inóculo, es decir, una mínima concentración de partículas.

Muchos urbanistas señalan que quizá es necesario ver esto como una oportunidad para repensar el transporte. ¿Usted qué cree?

En ciudades que son bastante planas se está impulsando el uso de bicicletas. Entonces, si es que la ciudad brinda las condiciones, hay que favorecer ese tipo de transporte, que además es ecológico y menos contaminante. Pero es cierto que hay ciudades que tienen más cuestas o trayectos muy largos, y entonces se hace difícil repensar el transporte o aumentar el uso de la bicicleta, entonces, lamentablemente, se tendrá que continuar utilizando el autobús.

¿No será mejor después de un año o dos enfocarse en la seguridad y no en la capacidad o la velocidad del transporte público?

Creo que las dos cosas son importantes, no son incompatibles. El transporte público tiene que ser muy seguro, tanto por la salud ahora y por el riesgo de accidentes, pero la capacidad y la velocidad también son factores esenciales, porque, en la medida en que haya mayor capacidad de llevar gente en lugares muy concurridos y además de eso no pierda la velocidad, será mucho mejor y más eficiente. Las dos cosas se pueden potenciar a la vez: la seguridad y la velocidad. Es lo que ocurre en Japón, por ejemplo. Son factores compatibles que se pueden mejorar en un año, donde posiblemente ya tendremos la vacuna.

 

 

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media