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El MSP brinda ayuda para la inserción escolar de niños con autismo
El autismo (TEA), es una condición puede influir en el ámbito educativo e incidir en las oportunidades de desarrollo social y personal de quien vive con esta condición. El TEA está considerado como un trastorno del neurodesarrollo. Sin embargo, su origen aún no se ha definido a escala mundial. No existe una procedencia única, pero está asociada a la consecuencia de una secuela por problemas congénitos, hereditarios o causas perinatales.
Selene Balcázar es una niña de 9 años y a los 4 fue diagnosticada con TEA aunque los signos de alarma se presentaron al nacer. No toleraba ciertos olores y el contacto físico le irritaba. La mayor parte del tiempo lloraba o permanecía distraída con la mirada perdida.
Su madre, Mercy Quishpe, quien perdió dos bebés antes de Selene, cuida con cariño a la pequeña. “No importa su condición, es mi hija, es una bendición”. La misma dedicación tiene Mauricio Balcázar, padre de la niña. Ambos tienen una conexión única e inquebrantable, relata Mercy. Vanessa Santin, líder del servicio de Rehabilitación y Terapia en Salud Mental del Hospital Gineco Obstétrico Nueva Aurora (HGONA), detalla que “los primeros síntomas visibles del autismo aparecen entre los 16 y 24 meses; sus características se hacen más evidentes conforme el niño va creciendo”.
El diagnóstico del espectro autista se define a partir de la detección temprana de deficiencias del neurodesarrollo que habitualmente se identifican en los centros de salud de primer nivel de atención. Estos signos de alarma van desde berrinches, reacciones y emociones desproporcionadas o pasividad, dificultad para interactuar, para responder de forma apropiada al llamado, comportamientos y patrones repetitivos, dificultades para comunicarse, movimientos atípicos y repetitivos hasta dificultades en la modulación sensorial.
La pequeña durante sus primeros años de vida atravesó por varios diagnósticos equivocados: intolerancia a la lactosa, sordera y pérdida de la audición y epilepsia. A los 3 años ingresó a una guardería regular. Sin embargo, le dijeron que su niña necesitaba más cuidado y que posiblemente padecía TEA. Caminaba pero se le dificultaba incorporarse sola e incluso golpeaba su cabeza contra la pared, pues perdía el equilibrio.
La madre de Selene acudió a varios centros de salud del Ministerio de Salud Pública (MSP). En uno de ellos le facilitaron un turno en el Centro Especializado en Rehabilitación Integral (CERI), parte de la Coordinación Zonal 9 – SALUD. Allí, la pequeña accedió al área de neuropsicología y a varias terapias de psicorehabilitación.
Por su parte, Isolina Muñoz, terapista de psicorehabilitación del Hospital General Docente de Calderón (HGDC), indica que el diagnóstico y tratamiento del autismo tiene un enfoque multifactorial y multidisciplinario. Está clasificado dentro de los trastornos del neurodesarrollo, con mayor afectación en la comunicación e interacción social.
Los niños son referidos al área de neuropsicología y neuropediatría de segundo nivel de atención para recibir una valoración del desarrollo. Se monitorean cuatro áreas específicas, entre ellas, motricidad gruesa y fina, sociabilidad y lenguaje.
Muñoz explica que durante la valoración se van descartando otro tipo de patologías. Si se determina un diagnóstico preliminar para espectro autista, el niño es referido a un establecimiento de tercer nivel de atención para la aplicación de los test respectivos y así establecer un diagnóstico definitivo.
Santín informa que dependiendo del nivel de severidad de los síntomas, características y conductas se pueden definir un diagnóstico en estudio o confirmado. Siempre es necesario hacer una evaluación individual, ya que no existen edades específicas para la definición como se creía antes. Hoy se conoce que se puede detectar síntomas tempranos que favorecen una intervención oportuna y especializada.
Una vez que el niño es diagnosticado con TEA regresa a segundo nivel de atención para recibir servicios de rehabilitación, intervenciones psicológicas, terapia de lenguaje, terapia ocupacional, entre otros.