Los musulmanes de la mayor parte de los países árabes de Oriente Medio comenzaron ayer el mes de ayuno de Ramadán, durante el que tendrán que abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta el ocaso. Unos 100.000 fieles musulmanes fueron ayer hasta la Ciudad Antigua de Jerusalén para participar en la oración del primer viernes del ramadán, dijo la portavoz de la policía israelí. La policía y el ejército israelíes suspendieron las restricciones habituales de acceso de los palestinos de Cisjordania a Jerusalén Este, que Israel ocupa y mantiene bajo anexión desde 1967. Pero de todas maneras impusieron un límite de edad para los hombres a partir de los 40 años. El mes de ayuno se inició también en Egipto, los países del golfo Pérsico, Sudán, Jordania, Yemen, entre otros, después de que  los expertos observaran el creciente de la luna, que marca el comienzo del Ramadán. El carácter sagrado del Ramadán, que tiene lugar el noveno mes del calendario islámico, se debe a que fue en este mes cuando, según la tradición, el profeta Mahoma recibió la revelación del Corán.