Ecuador, 18 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Dos aldeas fueron arrasadas por lava en Guatemala

Los residentes de Sacatepéquez y los sobrevivientes de la erupción del Volcán de Fuego portan los ataúdes con siete cuerpos que fueron rescatados por los socorristas.
Los residentes de Sacatepéquez y los sobrevivientes de la erupción del Volcán de Fuego portan los ataúdes con siete cuerpos que fueron rescatados por los socorristas.
Foto: AFP
06 de junio de 2018 - 00:00 - Redacción y Agencia AFP

Las casas, la escuela, los animales, los cultivos de café y piña, todo -incluyendo a la mayoría de sus aldeanos- quedaron enterrados bajo una mole de polvo. Las colonias San Miguel Los Lotes y El Rodeo desaparecieron bajo tres metros de sedimentos del Volcán de Fuego.

David de León, portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, indicó que estas comunidades fueron destruidas ya que ambas estaban asentadas en la falda sur del coloso.

El domingo, el Volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura y situado a 35 km al suroeste de la capital, registró una potente erupción que hasta el cierre de esta edición deja 70 muertos, según datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).

No obstante, se prevé que la cifra aumente este miércoles 6 de junio tras reanudar las tareas de búsqueda que fueron suspendidas el lunes a causa de una nube ardiente de gases y rocas que puso en peligro la vida de los socorristas.

Además de los miles de desaparecidos, hay 46 heridos, la mitad de gravedad, más de 1,7 millones de afectados, 3.271 evacuados y 1.877 albergados.

Tras la catástrofe el presidente Jimmy Morales urgió la declaración de emergencia en los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez y Chimaltenango (oeste). Esta medida fue aprobada por el Congreso este martes 5 de junio.

El lunes 4 de junio la plaza central del municipio de San Juan Alotenango, Sacatepéquez, acogió los primeros cadáveres de las víctimas que fueron enterrados por familiares.

“Quiero ver a mi mamá”
“Lo único que quiero es ver a mi mamá que me ayudaba a hacer las tareas de la escuela”, llora desconsolada una niña de nueve años en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.

La menor, que está acompañada por su abuela, se halla en uno de los 13 albergues habilitados donde viven temporalmente más de 1.800 afectados por la erupción del volcán.

Muchas de las personas que habitan los albergues esperan tener noticias de sus familiares, con quienes perdieron contacto en la apresurada huida tras escuchar la inminente llegada de la lava que sepultaría por completo cientos de viviendas.

Eugenia García comienza a dar los nombres de los familiares. Tras rellenar dos hojas, la mujer no puede contener las lágrimas. Cuenta que han perecido bajo la lava del volcán 40 familiares.

“He perdido a toda mi familia. Mis dos hijas, mi madre, mi nieto, mis hermanos, sobrinos, sus hijos, cuñados, todos están enterrados”. En ese momento, trata infructuosamente de consolarla una mujer que recoge los datos: “No se ponga así, que ahí está el gran Señor que los tiene guardados”, le dice en referencia a Dios.

García relata que llevaba 32 años residiendo en la colonia San Miguel Los Lotes y “no temía que pasara una tragedia así, porque nunca nos avisaron del peligro, y el día de la erupción tampoco”. “No teníamos protección de nadie”, lamenta.

No se negará ayuda
“No vamos a negar ninguna ayuda”, remarcó el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, cuando visitó a las víctimas en un albergue de Escuintla. No obstante, el Ejecutivo ya recibe las primeras críticas de los afectados.

“En Guatemala no hay inversión por parte del Estado. Ni en materia de educación, ni en salud, ni mucho menos en vivienda”, se queja Amílcar Priego, vecino de la aldea El Rodeo, que explica que esta falta de inversión obliga a miles de familias a vivir en condiciones precarias, incluso en las peligrosas faldas.

“¿Qué van a hacer con nosotros? ¿Dónde nos van a ubicar?”, se pregunta, al tiempo que advierte de que regresar al mismo lugar es un “atentado contra las familias, ya que va a volver a suceder lo mismo. Tal vez no con la lava, pero sí va a haber deslaves de tierra”, citó a Priego el portal eldiario.es.

Eddy Sánchez, director del estatal Instituto de Vulcanología, señaló que tras la fuerte erupción del domingo 3 de junio el volcán liberó “mucha energía” y entró en una fase de “reposo activo” que, aunque podría generar explosiones fuertes, no llegarían “a ser catastróficas”.  En Guatemala también están activos los volcanes Santiaguito y Pacaya.

Desde Washington, la portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert, señaló que prestará ayuda a los damnificados. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media