Visita del Papa dejará $ 539 millones a economía brasileña

Río de Janeiro.- La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en la que participará el papa Francisco la próxima semana en Río de Janeiro, inyectará 1.200 millones de reales ($ 539 millones) en la economía de Brasil, estimó ayer el secretario interino de Turismo del país, Sandro Fernandes.

Las autoridades estiman que a la ciudad carioca llegarán entre 1,7 y 2 millones de turistas, un 40% será  de extranjeros.

Solo en hospedaje y alimentación el gasto sumará 660 millones de reales (más de $ 295 millones). Fernandes hizo estas declaraciones en Río de Janeiro, donde las autoridades del Gobierno central revelaron detalles del dispositivo de salud y movilidad montado para la JMJ.

El secretario de Aviación Civil, Rafael Faria, explicó que un centro de comando coordinará el movimiento de los aeropuertos y que las autoridades cuentan con un plan específico de trabajo para las instalaciones aéreas de Río y Sao Paulo, y otras 19 en el resto del país.

Por otro lado, el director del departamento de Vigilancia Ambiental y Salud del Ministerio de Sanidad, Guilherme Franco Netto, indicó que “los prestadores de servicios sanitarios” están preparados para identificar epidemias, como la gripe aviar o el sarampión, y que el personal médico ha sido vacunado para ello.

En tanto, el secretario de Seguridad, José Mariano Beltrame, indicó que se prepara una nueva estrategia para hacer frente a las protestas violentas previstas para la visita del Papa.

Beltrame indicó que en las últimas manifestaciones se han registrado actos violentos y dudan de que los métodos tradiciones de control sean efectivos.   

Según las autoridades, “grupos internacionales” incentivan la violencia en las protestas que sacuden a Brasil en los últimos meses. Algunos de ellos se identifican como simpatizantes de los Black Blocs, una agrupación internacional inspirada en el movimiento anarquista europeo.

FRANCISCO CREA COMISIÓN PARA MÁS REFORMAS

El papa Francisco dio ayer un paso más en la reforma de las instituciones vaticanas al crear una comisión para reformar la estructura económica administrativa de la Santa Sede, que se une a otra para reformar el banco del Vaticano y al grupo de ocho cardenales nombrados para revisar la Curia.

La comisión recogerá información, de la que notificará al Pontífice y cooperará con el Consejo de Cardenales para el Estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede.

El objetivo es preparar reformas en las instituciones de la Santa Sede, “para simplificar y racionalizar los organismos existentes y llevar adelante una programación más cuidadosa de las actividades económicas de todas las administraciones vaticanas”.

Con esa racionalización Francisco pretende evitar dispendios de recursos económicos, favorecer la transparencia en los procesos de adquisición de bienes y servicios y del patrimonio mobiliario.