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Una ola de frío azota a poblaciones de Perú
La temporada de frío empezó en Perú. A mediados de junio, como cada año, masas de aire frío provenientes de la Antártida generan un descenso brusco de la temperatura que se siente, de forma inmediata, en las poblaciones altoandinas y selváticas.
El Senamhi, institución encargada del estudio del clima, pronosticó que para 2016, con el Fenómeno del Niño de por medio, la disminución de temperatura sería más pronunciada.
Entre el listado de poblaciones que se contemplaron como posibles afectadas por el frío se hizo una división sustancial. Aquellas que estaban por debajo de los 3.800 metros sobre el nivel del mar, y aquellas que no.
Para las primeras, la alerta meteorológica emitida por el Senamhi -un protocolo de acción que busca movilizar instituciones y actores sociales en pos de evitar pérdidas económicas y humanas- orientó a la modificación de horarios escolares, la formulación de planes especiales para los centros de salud y la movilización de equipos de primeros auxilios.
Para las segundas, poblaciones asentadas hasta 4.000 metros de altura, la alerta dio inicio al estado de emergencia. Y es que la presencia de temperaturas inferiores a los cero grados centígrados generan heladas, capas de hielo de hasta 5 centímetros de espesor cubren pastos, sembríos. Eso elimina la alimentación de los animales de altura y produce infecciones pulmonares en niños y adultos que, en algunos casos, generan la muerte.
Arequipa, Puno, Junín, Huancavelica, Cusco, Apurimac, se encuentran entre las 19 regiones que han sido inscritas bajo el estado de emergencia sanitaria. Hasta el inicio de este mes, solo en las comunidades rurales de Arequipa se contaban alrededor de 7 muertos por el Friaje: niños cuyos resfríos no pudieron ser controlados a tiempo.
La emergencia moviliza un presupuesto de 9 millones de soles ($ 2,9 millones) para la acción inmediata de policía, centros de salud, albergues, instituciones que brindan asistencia y canalizan donaciones de vestimenta y víveres que llegan de todas partes del país a las zonas afectadas. Sin embargo, hay mucho trecho por remontar para que el Estado se encuentre listo a enfrentar estos fenómenos del clima. Solo en la región de Puno, donde existen 244 puestos de atención de salud, se necesitarían unos 700 médicos, 300 enfermeras y 160 obstetras para dar abasto a la población afectada por las bajas temperaturas. En la actualidad solo se cuenta con el 50% de ese personal.
El Senamhi determinó que entre el 18 y el 22 de junio se vivirían las temperaturas más bajas de todo el año. Los habitantes de Mazocruz, un caserío a 4.600 metros en las alturas de Puno, así lo vivieron. Allí, durante el lapso determinado por la autoridad climática, se experimentaron temperaturas menores a los 20 grados centígrados. Las 250 personas que habitan el lugar esperan que, también, como todos los años, ese descenso de temperatura se repita y, probablemente, se incremente, causando pérdidas materiales y humanas. (I)
Un derrame de crudo contamina los cultivos
El presidente de la petrolera estatal Petroperú, Germán Velásquez, renunció por el derrame de crudo que afectó a 435 personas y contaminó terrenos de cultivo en la provincia de Datem Marañón, región amazónica de Loreto.
La ministra peruana de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, indicó que se ha comprobado que Petroperú realizó bombeo del crudo por el Oleoducto Norperuano, en el kilómetro 213, “lo cual significa una grave inconducta y una infracción a lo que había dispuesto el Organismo Supervisor del ministerio de Energía y Minas respecto a que las operaciones quedaban suspendidas desde el 16 de febrero, por dos derrames ocurridos a inicios de año”.
La ministra aclaró que la renuncia del presidente de Petroperú no excluirá la investigación y procesos administrativos sancionadores a los funcionarios que resulten responsables del bombeo no autorizado.
El derrame de petróleo no llegó al cauce del río y los trabajos de contención ambiental se desarrollan en la zona.
El Ministerio de Salud declaró en emergencia la calidad del agua para consumo humano por 90 días, luego del análisis realizado por especialistas en la quebrada afectada por el derrame.
El Instituto de Defensa Civil informó el lunes pasado que 435 personas fueron afectadas por el derrame de unos 600 barriles de crudo que ha llegado a las localidades aledañas a la quebrada Caraña Caño en Loreto, norte de Perú.
Mientras el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) del Ministerio del Ambiente informó que “la fuga del crudo se produjo por una falla de un ducto ubicado a una profundidad de 2,2 metros en terreno seco y arcilloso”. (I)