Islamabad.- Se cumplieron los pronósticos y el empresario Mamnún Husein, de la gobernante Liga Musulmana (PML-N), se convirtió ayer en el presidente de Pakistán en una elección que termina con el último reducto de poder de la saga Bhutto en Islamabad.

En una votación entre los miembros de las dos cámaras federales y las cuatro asambleas regionales, Husein logró, según la televisión estatal, 433 votos electorales por 78 de su rival, el exmagistrado Wajihudín Ahmed, perteneciente al PTI del excriquetista Imrán Khan.

El total de parlamentarios llamados a votar ayer era cerca del millar, pero tras el boicot de varias fuerzas parlamentarias lideradas por el Partido Popular (PPP), el número de votos fue de más de 700.

El sistema de cálculo establecido por la Constitución para ponderar el peso de las cámaras provinciales convierte mediante una fórmula matemática los votos reales en votos “electorales”, con lo que el número total computado fue de 500.

Mamnún Husein  llegó a presidir la cámara de comercio de Karachi y  fue gobernador de SindhLa elección del jefe de Estado cerró el proceso electoral iniciado con los comicios legislativos, el pasado mayo, que dieron una holgada mayoría a la conservadora PML-N liderada por el actual primer ministro, Nawaz Sharif.

El relevo en la cúpula del Estado también certifica la salida del PPP de los centros de poder en la capital, tras gobernar durante cinco años pero ser incapaz de hacer frente a la ola conservadora que marcó las elecciones de mayo.

El presidente saliente y viudo de la exprimera ministra Benazir Bhutto, Asif Alí Zardari, debe ahora reconducir la formación liberal desde el último reducto de poder que le queda, el Gobierno regional de la provincia meridional de Sindh.

Por su parte, Sharif acentúa  su dominio político en Pakistán y se asegura en la presidencia un fiel aliado, algo significante en un país que a menudo ha visto enfrentamientos entre presidentes y ejecutivos que han terminado en crisis de Gobierno.

Los analistas destacan que el gran mérito que ha aupado a Mamnún Husein a la jefatura de Estado es su persistente fidelidad a Sharif, incluso cuando en 1999, siendo primer ministro, este sufrió un golpe de Estado y fue al exilio.

Husein es casi un auténtico desconocido en política, pero no así en ámbitos comerciales. Empresario textil, es un importante hombre de negocios en la provincia sureña de Sindh y llegó a presidir la cámara de comercio de Karachi, la capital de la provincia. Asimismo, entre junio y octubre de 1999  fue gobernador de Sindh, pero tuvo que dejar el cargo por el golpe de Estado del exdictador Pervez Musharraf.

El nuevo presidente pertenece a la minoría mohayir, hablantes de urdu que emigraron de la India a Pakistán tras la partición del Raj británico en 1947 y  han tenido durante décadas el dominio de la ciudad de Karachi.

Debido a las reformas constitucionales impulsadas en la pasada legislatura por el Gobierno del PPP, la figura del presidente perdió parte de sus atribuciones y quedó limitada a un papel simbólico y de representación del Estado.

TALIBANES ATACAN CÁRCEL Y LIBERAN A 250 PRESOS

Talibanes paquistaníes disfrazados de policías y armados hasta los dientes liberaron, en la madrugada del martes, a cerca de 250 presos, entre ellos decenas de islamitas, en un ataque a una prisión del noroeste del país.

Al menos 13 personas -seis policías, cuatro presos, dos asaltantes y un civil de una empresa de seguridad- perdieron la vida en  la nueva ofensiva de los insurgentes realizada pocas horas antes de la elección, por el Parlamento, del presidente del país.

El objetivo del ataque fue la prisión de Dera Ismail Jan, ciudad de la provincia de Jyber Pajtunjwa, cerca de Waziristán del Sur, una región tribal semiautónoma que sirve de refugio a los talibanes y otros grupos vinculados a Al Qaeda. “En total 248 presos se ha  dado a la fuga”, mencionó Malik Qasim, responsable de prisiones de la provincia de Jyber Pajtunjwa. Los insurgentes capturaron también seis mujeres, una policía y cinco presas, precisó. (AFP)