Tras asalto la milicia islámica amenaza con más ataques en Kenia

La milicia radical islámica somalí Al Shabab, vinculada a Al Qaeda, se atribuyó ayer la autoría del asalto armado a un centro comercial en Nairobi   y afirmó que había matado a “más de cien” personas en represalia por la presencia de militares  en Kenia en la misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)  en Somalia.

Sin embargo, la Cruz Roja de la capital de Kenia   había  informado horas antes   que al menos 30 personas murieron y más de medio centenar    resultaron heridas en el ataque de hombres armados, que hasta anoche seguían atrincherados en el edificio con un número indeterminado de rehenes.

El asalto  empezó por la mañana, momento  de numerosa afluencia, cuando un grupo de hombres armados, integrado por 18 encapuchados que hablaban en árabe, entró  al centro comercial de Westgate, en una de las zonas más ricas y frecuentada por la comunidad occidental de Nairobi, capital de Kenia, y comenzó a disparar y atacar con machetes contra todo aquel que no sabía responder en su idioma.

Trabajadores de la Cruz Roja  explicaron que entre los cadáveres hay personas con disparos en la cabeza, incluso algún decapitado, información que fue confirmada por otras fuentes.
Relató  un fotógrafo identificado como Kenna Claude, en el aparcamiento superior del edificio había 43 cuerpos en el suelo de personas con disparos, aunque no   precisó cuántas   estaban muertas y heridas.

Los asaltantes -que después del ataque se enfrentaron a las fuerzas del orden en un largo intercambio de disparos- tomaron de  rehenes a trabajadores y clientes del centro comercial, algunos  fueron liberados por la Policía.

Efectivos del Ejército fueron desplegados en torno al centro comercial para reducir a los atacantes -cuyo número se desconoce- y liberar a los trabajadores y clientes que aún están retenidos en el interior del recinto.

Se cree que entre ellos hay numerosos niños, ya que al parecer se celebraba un taller de cocina infantil en una de las estancias superiores.
Una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. declaró que entre las víctimas hay ciudadanos norteamericanos.

Ataque por represalia

“Al Shabab confirma que está detrás del espectáculo de Westgate”, se lee en la cuenta oficial del grupo fundamentalista en Twitter.
“Los ‘muyahidín’ (guerrilleros islámicos) entraron en el centro comercial de Westgate ayer alrededor del mediodía y siguen dentro   luchando contra el ‘kuffar’ (palabra despectiva que algunos musulmanes usan para referirse al infiel) keniano en su propio terreno”, reza otro de los mensajes de la milicia.

El grupo dice haber actuado en represalia por la presencia de las Fuerzas Armadas de Kenia en Somalia, en el marco de la misión de la ONU de apoyo al Gobierno contra las milicias islamitas como Al Shabab. “Las Fuerzas de Defensa de Kenia actúan en Somalia y esto tiene consecuencias. Se avecinan días negros”, agrega Al Shabab.

La milicia  integrista amenaza también con nuevas acciones al afirmar que “ayer (por el sábado) fue una embajada. Hoy ha sido un centro comercial. ¿Mañana? ¿Tal vez un estadio de fútbol lleno?”.
Horas antes  había afirmado, a través del mismo canal, que el asalto de Nairobi iba a ser “una larga odisea”. “¿Recordáis Bombay? Va a ser una larga odisea”, alertaron entonces los terroristas, en alusión a los ataques de la ciudad india en los que murieron 166 personas tras la toma de rehenes en hoteles de lujo, la estación de trenes y un centro cultural judío.

La lucha contra la yihad

La corrupción y la violencia han alcanzado límites dantescos en el país africano, sumido desde hace 22 años en una guerra civil en la que proliferan los señores de la guerra y las milicias yihadistas de Al Shabab ofrecen resistencia al gobierno central, que ni siquiera goza de autoridad en los territorios de Puntlandia y Somalilandia, en el noroseste del país.

En los últimos meses el grupo yihadista ha  observado  cómo mermaban sus feudos ante el avance conjunto del Ejército de Mogadiscio, las Fuerzas Armadas de Etiopía y Kenia y las de la misión de la ONU (Amisom), que ha desplegado 16.523 militares.