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Theresa May trazará el camino del Reino Unido para el Brexit
Theresa May desde mañana se convertirá en la primera ministra de Gran Bretaña, la segunda en la historia del país después de Margaret Thatcher. La situación política se definió luego de que su única contendiente, Andrea Leadsom, se retiró sorpresivamente de la contienda en el Partido Conservador.
May reemplazará así a David Cameron, quien renunciará a su puesto mañana tras no convencer al electorado británico para votar en un referéndum a favor de la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (UE).
May, de 59 años y con seis años de experiencia al frente de la cartera del Interior, tendrá ahora la difícil tarea de invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que pondrá oficialmente inicio al divorcio con la UE.
Al mediodía de ayer y de forma sorpresiva, Leadsom se retiró, poco después de haberse visto obligada a pedir disculpas por sugerir que está mejor cualificada que May para ser primera ministra porque es madre y su contendiente no. “Le deseo el mayor de los éxitos y todo mi apoyo (May)”.
Tras las declaraciones, el presidente del comité a cargo de los asuntos internos de los conservadores, Graham Brady, dijo que la agrupación confirmará a May como la próxima jefa del partido, lo que automáticamente la convierte en primer ministro pues la agrupación tiene la mayoría parlamentaria.
Se espera que May sea nombrada mañana primera ministra, tras lo cual podrá mudarse al número 10 de Downing Street.
May, nacida el 1 de octubre de 1956 e hija de un vicario protestante de la Iglesia de Inglaterra, es una política conservadora de bajo perfil. Siempre prefirió mantenerse alejada de las intrigas políticas de Westminster (Parlamento).
La prensa británica considera que su mandato pondrá fin a un estilo de política liderada por “ingleses aristocráticos” que salieron de la exclusiva escuela de Eton, entre ellos David Cameron, Boris Johnson y George Osborne. En cambio, buscará “modernizar” a su agrupación.
Luego de haber estudiado en la escuela pública de Wheatley Park y obtener un título en geografía de la Universidad de Oxford, donde conoció a su esposo Philip, May trabajó por seis años en el Banco Central de Inglaterra, antes de ingresar al Parlamento en 1997, representando la circunscripción electoral inglesa de Maidenhead.
En 2010 y luego del ascenso de los conservadores al poder, May fue nombrada ministra del Interior, la primera mujer en ese cargo en la historia del país. Desde allí se enfrentó a un gran número de desafíos, desde una grave crisis por corrupción dentro de la Policía británica, a fallidas políticas para reducir el número de inmigrantes, críticas por darle más poderes a los servicios de Inteligencia y espionaje y polémicas por sus directivas antiterroristas.
Acceso al mercado común
Su prestigio como funcionaria aumentó notablemente en 2013, cuando deportó al clérigo radical Abu Qatada, algo que no había logrado ninguno de sus predecesores.
A pesar de dar un apoyo tibio a la permanencia de Gran Bretaña en la UE, May se presentó de inmediato como candidata para suceder a Cameron una vez que ganó el Brexit (salida de Reino Unido de la Unión Europea).
Al presentar su plataforma de Gobierno, May dijo: “Es nuestra responsabilidad como partido unirnos y gobernar para el mejor interés del país. Necesitamos de una visión sólida y positiva para el futuro de nuestro país, una nación que no solo funcione para unos pocos privilegiados, sino para todos”.
La futura primera ministra, quien hace tres años admitió que sufre de diabetes tipo 1, aclaró que no invocará el artículo 50 “hasta antes de fin del año”, para darle a Gran Bretaña tiempo para finalizar el proceso de negociación con el resto de la UE.
Con respecto al libre movimiento de personas, May dijo que será una prioridad “permitir que las compañías británicas puedan comerciar bienes y servicios dentro del mercado común, pero al mismo tiempo puedan obtener más control sobre el número de personas que viene de Europa”.
Indicó, además, que el estatus de los europeos que viven en Reino Unido “formará parte de las negociaciones futuras por el Brexit”.
Por su parte, el opositor Partido Laborista, que enfrenta una disputa interna de liderazgo entre su actual jefe Jeremy Corbyn y su contendiente Angela Eagle, pidió que haya elecciones generales para clarificar la situación política en el país, algo que han rechazado los tories.
Jon Trickett, coordinador electoral del Laborismo, indicó que habrá una ‘coronación’ de una primera ministra conservadora, lo cual “es crucial, considerando la inestabilidad causada por el voto del Brexit, que el país cuente con un primer ministro elegido democráticamente”.
“Es hora de que el Partido Laborista se una y le asegure a millones de personas en el país, dejadas a un lado por las políticas económicas fallidas de los tories, que pueden tener la oportunidad de elegir a un Gobierno laborista”, agregó. (I)
May, una de las políticas más duras de Londres
Theresa May, quien cumplirá 60 años en octubre, ingresó a la Cámara de los Comunes por primera vez en 1992.
Es una de las personas que más tiempo ha estado al frente del Ministerio de Interior en la historia de Reino Unido y hace tiempo figuraba en las listas de candidatos a liderar a los tories.
Desde el inicio de las votaciones secretas en el Parlamento y luego de que el pasado 24 de junio David Cameron renunciara como primer ministro, May mantuvo una clara ventaja para ser su sucesora, al punto que en la primera ronda obtuvo el voto de 165 parlamentarios: más que todos sus adversarios juntos.
Es considerada como una de las políticas más duras y astutas de Reino Unido.
Como ministra ha sido elogiada por su imperturbable conducción del difícil Ministerio de Interior, aunque su atractivo político ante las grandes masas aún debe ser probado.
Fue objeto de críticas por el fracaso del gobierno de cumplir con la promesa de mantener la cifra de inmigrantes que ingresan al país por debajo de 100.000 personas al año.
En 2014 despidió a uno de sus asesores más cercanos tras una agria polémica con su colega de gabinete Michael Gove sobre la mejor manera de combatir el extremismo islamita.
Pero sus partidarios la promueven como la candidata con la experiencia y el conocimiento necesario para gestionar los resultados de la votación sobre el Brexit, aunque oficialmente ella hizo campaña para quedarse en la UE.
May considera que no debe haber elecciones generales antes del año 2020 ni un presupuesto de “emergencia” por el Brexit. (I)