Publicidad
Theresa May promete forjar un nuevo rol de Gran Bretaña
La conservadora Theresa May se convirtió ayer en la segunda primera ministra de Gran Bretaña después de Margaret Thatcher. La mujer quedó al frente de un país dividido y con muchas incertidumbres luego del referéndum por la salida de la Unión Europea (UE).
May, de 59 años, acudió al Palacio de Buckingham para una breve audiencia con la reina Isabel II de Inglaterra, quien le pidió formara un nuevo Gobierno.
La exministra del Interior, acompañada por su esposo Phillip, ingresó más tarde a la residencia oficial en el número 10 de Downing Street, su nueva vivienda como Premier.
“El Gobierno que lidero estará motivado no por los intereses de algunos pocos privilegiados, sino por toda la sociedad en su conjunto”, afirmó May ante decenas de periodistas y fotógrafos fuera de la residencia gubernamental.
La Primera Ministra mencionó los “logros” de su predecesor David Cameron, que dijo fueron no sólo económicos, sino de justicia social. Y subrayó que su nuevo gobierno seguirá ese mismo camino.
En su primer discurso como Primera Ministra pidió la unión de todos los ciudadanos. “No todos saben esto, pero el nombre completo de mi agrupación es el Partido Conservador y Unionista, y esa palabra unionista es importante para mí. Significa que creemos en la unión, ese vínculo precioso entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, pero también significa que creemos en la unión no sólo de las naciones que componen el Reino Unido, sino también de todos sus ciudadanos- cada uno de nosotros- sin importar su origen o clase”.
May prometió que al salir la UE, el Reino Unido “forjará un nuevo rol positivo en el mundo”. Pero su principal mensaje fue la intención de gobernar un país unido y no para “algunos pocos privilegiados”, sino para todos. “Esa será la misión del Gobierno que encabezo y juntos vamos a construir una mejor Gran Bretaña”, concluyó la nueva mandataria.
Del otro lado de las vayas de Downing Street, decenas de manifestantes protestaban contra las políticas conservadoras de ajustes y austeridad, como también por el hecho de que May- que se había mostrado tibiamente a favor de la permanencia de Reino Unido en la UE- no fue elegida por el voto popular en unas elecciones generales, sino como consecuencia de la renuncia de Cameron.
May se convirtió en la decimotercera primera ministra del reinado de Isabel II desde su ascenso al trono en 1952. Además, es la primera Jefa de Estado de más edad desde Jim Callaghan en 1976.
Pocas horas después de acceder a su cargo, May nombró al excalde de Londres y defensor del Brexit, Boris Johnson, ministro de Exteriores.
Cameron destaca su legado
Al mediodía de ayer, el saliente primer ministro David Cameron, que estuvo al frente del Gobierno desde 2010, participó de su última rueda de prensa en la Cámara de los Comunes, donde fue ovacionado y recibió un aplauso de los legisladores.
Acompañado por su esposa Samantha y sus tres hijos pequeños, Nancy, Elwen y Florence, Cameron dijo que el Reino Unido “es ahora más fuerte” que cuando asumió al frente del Gobierno hace seis años.
“No conseguí que todas las decisiones que tomé salieran bien, pero considero que hoy, nuestro país es más fuerte”, agregó.
El saliente Primer Ministro y quien fue jefe del Partido Conservador desde 2005, le deseó a May “un liderazgo fuerte y estable”.
El pasado 24 de junio, un día después del referéndum sobre la UE, Cameron había anunciado su intención de dimitir por la victoria del ‘Brexit’ -la salida de la Unión Europea-, lo que forzó una elección interna para elegir al nuevo líder.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, le escribió ayer una carta de felicitación a May, en la que le expresó su deseo de reunirse pronto para discutir la salida del país de la UE. (I)
El gato Larry se queda en Downing Street
David Cameron ya abandonó la casa oficial del 10 Downing Street, pero lo hizo sin el gato Larry, que desde 2011 es el “ratonero jefe” de la residencia oficial del primer ministro del país.
“Es el gato de un funcionario, no de los Cameron”, precisó un portavoz de la residencia. “¡Se queda!”, remató.
Larry, un gato procedente de la Sociedad Protectora de Animales, fue llevado a Downing Street después de que se advirtiera, en imágenes grabadas por las cámaras de los servicios informativos televisivos, la presencia de una rata fisgoneando ante la célebre puerta negra de aquel domicilio oficial. Desde 1920 es tradición que Downing Street siempre tenga un felino cazador de roedores. (I)