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Temer "es un ataque a las conquistas sociales históricas del pueblo trabajador"
Afonso Florence, jefe del bloque de Diputados del Partido de los Trabajadores (PT), cree que el gobierno interino de Michel Temer, surgido de un “golpe”, se está “derritiendo” al calor de nuevos escándalos y medidas de ajuste inéditas.
En una entrevista con EL TELÉGRAFO, Florence afirmó que el nuevo gobierno de Temer genera un precedente peligroso para la región porque repite el “golpe con perfil institucional” como ocurrió en 2012 en Paraguay con Fernando Lugo.
Debido a la serie de obligaciones, el juicio político se demoraría hasta agosto, mes en el cual Brasil estará en el primer plano mundial con el inicio de los Juegos Olímpicos Río 2016. El PT necesita que sus opositores no logren 54 votos para condenar a Dilma Rousseff.
¿Cómo está el Partido de los Trabajadores frente a lo que vendrá: las sesiones del juicio político de Dilma Rousseff?
Ante el comienzo de las audiencias podemos reafirmar que no existe delito de responsabilidad contra Dilma y por lo tanto hay un golpe, hay mucha prueba jurídica. Y del punto de vista político es que quedó comprobado con las grabaciones contra el senador Romero Jucá, exministro de Temer, que había una conspiración en la cual participaron figuras opositoras, como Aécio Neves y Eduardo Cunha (presidente suspendido de la Cámara de Diputados por corrupción).
En estas dos semanas Temer se ha rodeado de figuras del neoliberalismo y del conservadurismo político. ¿Cómo evalúa las nuevas medidas económicas?
Quieren afectar por una enmienda constitucional los pisos garantizados para financiar la salud y la educación. El sistema público brasileño es el más grande del mundo; universal en la atención a todos los ciudadanos, en forma gratuita. El gobierno de Temer está actuando en la salud con la medicina privada y las entidades médicas de derecha abren el camino para extinguir la atención médica. Lo mismo en educación. Es un ataque a las conquistas sociales históricas del pueblo trabajador.
La salida de Dilma Rousseff se dio cuando el PMDB de Michel Temer abandonó el Gobierno. ¿Se terminó el presidencialismo de coalición aplicado por el PT?
No fue el PT el que aplicó esto, es el sistema electoral de alianzas. Hubo partidos que participaron en la campaña a favor de Dilma, pero los diputados y senadores de esos mismos partidos votaron a favor de la oposición en 2014. Nosotros consideramos el retorno de Dilma a la presidencia y de Temer a la vicepresidencia.
Debemos crear un ambiente de sustentación para retomar la iniciativa política para crear una mayoría parlamentaria en cada votación.
¿Pero el PT no tiene un plan B en caso de que que el Senado expulse del cargo a Rousseff? Porque los votos contra el juicio político fueron de 55 y a los opositores les alcanza con eso...
No tenemos un plan B, tenemos un plan A, confiamos en la absolución, recuperar los votos de senadores que votaron por la apertura del proceso pero que no están seguros de votar por destituir a una presidenta honesta. Y recuperar la iniciativa para hacer nuevas mayorías en el Parlamento. Sobre todo porque el gobierno de Temer se está derritiendo y, principalmente, ellos están intentando impedir la investigación por corrupción en dos semanas de mandato.
¿La presidenta puede llamar a elecciones en caso de que sea repuesta?
Claro, está previsto en la Constitución, con su renuncia y el llamado a elecciones.
¿El gobierno de Temer se está derritiendo por el anuncio de su ajuste? Varios aliados dijeron que era muy fuerte el cambio propuesto y ponen condiciones en el Congreso.
Lo que ocurre es una reversión brutal, fruto de un golpe, un gobierno no electo puede hacer esto. Esta agenda política y económica se lleva adelante sin votos, nunca ganaría una elección.
¿Cómo evalúa la imagen de Brasil que el juicio político a Dilma y el ascenso de Temer está reflejando internacionalmente?
Considero que la opinión pública latinoamericana sigue el proceso con gran preocupación, fundamentalmemente por tres motivos. Se aplicó en Brasil una solución similar a Honduras y Paraguay, la institucionalización de un golpe, un programa político que no es votado y no tiene mayoría electoral. Brasil es un país con mayor peso y si el golpe tiene éxito legitimaría que las élites económicas e intereses antinacionales se viabilicen siempre. Esta agenda lleva al país a la experiencia parecida con la de Macri, que empeoró la situación económica.
El canciller José Serra le ha dado un viraje a la política exterior, sobre todo porque no reivindicó a América Latina entre sus lineamientos...
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