Publicidad
Suspender las fumigaciones, la principal propuesta de colombianos para la paz
Los portavoces de la sociedad colombiana reunidos en el foro nacional de la ONU identificaron la suspensión de las fumigaciones y de las erradicaciones forzadas como una propuesta clave para solucionar el problema de la droga y propiciar un país en paz.
La eliminación "inmediata" de estas prácticas centró las conclusiones presentadas hoy durante la clausura del foro nacional de Bogotá auspiciado por la ONU y por la Universidad Nacional, al cabo de tres días de coloquios y mesas de trabajo en los que participaron unas 1.040 personas.
Los representantes de campesinos, indígenas, afrodescendientes, empresarios y políticos, entre otros colectivos, observaron que la política aplicada durante los últimos treinta años en Colombia "ha sido un fracaso" porque se basa en la erradicación de los cultivos y en la persecución de los responsables.
Y estas medidas han dejado problemas medioambientales, han arrasado cultivos de consumo humano, han atacado la economía campesina y han suscitado la violencia en las comunidades, por lo que exhortaron al Gobierno a reparar los daños causados con esta política, que se remonta a la década de los años noventa.
Los portavoces de la sociedad colombiana clamaron también por planes de sustitución de cultivos ilícitos consensuados y de aplicación gradual y exigieron que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) respeten esos programas "y no presionen a los campesinos como ha sucedido con planes pilotos anteriores".
Pidieron la creación de un fondo "que canalice los recursos que el Estado destina a la guerra, fumigaciones y erradicación forzada y se dedicaría a los cultivos alternativos y demás estrategias de desarrollo productivo".
Otra de las propuestas preponderantes fue una "reforma de la política criminal del Estado" que centre el castigo en los responsables últimos del negocio del narcotráfico y no en los "eslabones más débiles" del procesamiento, distribución y venta de las drogas.
Algunos reclamaron la creación de una "comisión de la verdad" para ver quiénes se enriquecieron y promocionaron el narcotráfico desde lo público y para que las FARC "aclaren su postura en relación con el trafico y entreguen los mapas de rutas".
Donde no hubo consenso fue en la posibilidad de legalizar o regularizar el uso de las drogas, pues mientras algunos optaron por el trueque, otros pidieron que se reconozcan las propiedades de productos tradicionales como la coca para que se autorice su comercialización como derivados cosméticos o de alimentación.
Además del problema del cultivo y del tráfico de drogas de uso ilegal, los participantes en el foro estudiaron con preocupación el creciente abuso de sustancias que se ha registrado en Colombia, que este año dejó de ser el mayor productor de coca, superado por Perú, para convertirse en país consumidor.
La sociedad pidió que este problema sea tratado desde el enfoque de la salud pública y no de la Justicia, y que el Gobierno fomente las políticas sociales basadas en la prevención del consumo, sobre todo en las universidades, donde la venta de drogas ha crecido considerablemente.
Y hubo quien exigió que el Gobierno reconozca que "el modelo económico y el neoliberalismo ha creado condiciones para favorecer cultivos de uso ilícito porque cierra oportunidades a la economía campesina y los cultivadores recurren a la siembra de coca, marihuana y amapola".
El coordinador residente de las Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, concluyó que lo que queda de manifiesto es que "no se puede resolver el problema de la droga sin la superación del conflicto" y viceversa, y se trata de un asunto tan complejo que requiere "políticas integrales".
Hochschild recordó que la segunda parte de este foro se celebrará entre los próximos 1 y 3 de octubre en el municipio de San José del Guaviare, reconocido como un enclave histórico de cultivos de coca, y todavía está pendiente el trámite de la sistematización de aportes antes de enviarlos a La Habana, sede del diálogo de paz. EFE