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Entrevista

"Se juega la continuidad de un modelo de inclusión frente a uno de exclusión"

Vicente Battista, escritor y miembro del colectivo de intelectuales kirchneristas Carta Abierta. Foto: Infobae
Vicente Battista, escritor y miembro del colectivo de intelectuales kirchneristas Carta Abierta. Foto: Infobae
18 de noviembre de 2015 - 00:00 - Marcelo Izquierdo, corresponsal en Buenos Aires

El escritor argentino Vicente Battista está convencido de que en el histórico balotaje del 22 de noviembre en Argentina “se juega la continuidad de un modelo de inclusión frente a un modelo de exclusión”.

A los 75 años, el autor de ‘Siroco’, ‘El libro de los engaños’ y ‘Sucesos argentinos’, con el que ganó el Premio Planeta en 1995, dice a EL TELÉGRAFO que en caso de ganar el candidato del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, continuará “con el proyecto” llevado adelante por Néstor Kirchner y Cristina Fernández en los últimos 12 años, “corrigiendo errores y desarrollando mucho de lo que aún falta” por hacer.

En contraste, espera “lo peor” si el ganador es su rival de la alianza derechista Cambiemos, Mauricio Macri. “Todo se iría por el barranco”, afirma Battista, integrante de Carta Abierta, el colectivo de intelectuales “kirchneristas”.

¿Qué está en juego este 22 de noviembre en el histórico balotaje entre Daniel Scioli y Mauricio Macri?

A partir del año 2003, con la presidencia de Néstor Kirchner se puso en marcha un formidable modelo político que fijó su atención en los más desposeídos, puso en marcha leyes sociales y laborales, redujo la desocupación a un dígito, fundó nuevas escuelas y universidades, se quitó el lastre del Fondo Monetario Internacional, recuperó para el Estado las empresas de servicios privatizadas, YPF y Aerolíneas Argentinas, entre otras, para solo mencionar algo de lo mucho logrado en estos 12 años. Todo esto se iría por el barranco si llegase a triunfar Mauricio Macri. No es un secreto lo que representa, no es un secreto que es el gerente de los grandes grupos económicos y financieros, de esos mismos grupos que en el año 2001 llevaron a  Argentina a una quiebra como jamás sufriera el país desde su nacimiento en 1810. Conviene recordar que muchos de ellos integrarán el gabinete de Macri en caso de ser gobierno. Se juega la continuidad de un modelo de inclusión frente a un modelo de exclusión.

El “kirchnerismo” ha mostrado  muchas dudas en torno a su candidato, en especial algunos miembros de Carta Abierta y referentes políticos de peso han dicho que lo votaban en primera vuelta con mucha reserva. ¿Cree que cambió esa percepción?

Efectivamente, en torno al candidato del FPV surgieron ciertos resquemores, pero sin duda esa percepción ahora cambió radicalmente. En este momento hay que distinguir dónde está el enemigo principal, detalle que ciertos grupos autodenominados “de izquierda” no alcanzan a comprender.

Scioli y Macri tienen un origen común: ambos empresarios, ambos con una historia de amistad de varias décadas, su defensa del “menemismo”. ¿Estamos ante dos candidatos con una tendencia de centro-derecha?

Es cierto que ambos tienen un pasado común tanto en lo familiar como en lo político, pero también es cierto que ahora se ubican en diferentes veredas: Macri no disimula su condición de sujeto de derecha, sus discursos apolíticos, teñidos de “amor y paz”, con neto sabor a pastor evangelista, dan buena cuenta de ello. Scioli, por el contrario, afirma sin tapujos que seguirá con el modelo propuesto por el FPV desde 2003, un modelo, como bien se sabe, de centro-izquierda.

¿Cómo definiría estos 12 años de gobiernos “kirchneristas” y cuáles fueron sus pro y sus contra?

No es fácil definir en pocas líneas todo lo conseguido en estos 12 años de gobierno, para aquellos que fuimos testigos del infierno en que vivía el país a comienzos del siglo XXI, con alta desocupación y alarmante índice de pobreza, con gente revolviendo la basura para comer, con los leoninos intereses de una deuda externa que nos devoraba sin remedio y con otros muchos tormentos, nos parece imposible haber logrado las cotas que hoy alcanzamos, algunos hablan de milagro, yo, que no creo en milagros, señalo que se logró gracias a una aguda e inteligente conducción de gobierno. Entre las contras podríamos mencionar ciertos ministerios y candidatos que no satisfacían nuestras inquietudes, algún divorcio en las comunicaciones, alguna actitud triunfalista que finalmente nos iba a jugar en contra, pero los logros superaron en mucho a las contras.

¿Cuál es la deuda que le deja al nuevo gobierno?

Lo mucho que resta por hacer entre lo mucho que ya se ha hecho, depende de quién asuma el nuevo gobierno que esas deudas se salden o se incrementen.

¿Por qué cree usted que hay un importante sector de la sociedad que está -como dice Scioli en uno de sus spots- enojada con el gobierno?

Sospecho que gran parte de ese enojo es producto de la despiadada campaña que llevaron a cabo, y continúan llevando, los grandes medios de comunicación: hablan de  intolerancia, del engreimiento y de la irreverencia de los principales miembros del gobierno, pero callan todo lo bueno que ese gobierno ha conseguido. Esto a ustedes no debería sorprenderlos, sé que los medios ecuatorianos opositores se nutren de parecidas mentiras. El propósito es despertar el odio en un amplio sector de la mayoría silenciosa, a veces lo consiguen. Es interesante advertir de qué manera operan, incluso en el uso de la palabra: en plena crisis neoliberal, a la infamia de los bancos que se quedaban con el dinero de sus clientes, la llamaron “corralito”, recurrieron a un diminutivo, casi cariñoso, para referirse a esa canallada; ahora, para aludir al control que el Banco Central realiza sobre la compra y venta de dólares, hablan de “cepo”, apelan a un despiadado elemento de tortura para referirse a una medida que pone coto a la especulación financiera.

Ambos candidatos esgrimen hoy la palabra “cambio” para seducir al electorado que acompañó a  otros candidatos el 25 de octubre. ¿Cree que al “kirchnerismo“ le faltó una dosis de autocrítica ante, por ejemplo,  los casos de corrupción, inflación elevada o denuncias de manipulación de estadísticas oficiales?

Hablás de “casos de corrupción”, aquellos que se descubrieron son juzgados, sin que por parte del gobierno haya habido la mínima aptitud de defensa para con los funcionarios que están procesados. Acerca de la inflación habría mucho para decir, pero lo real es que existe y es una materia pendiente de este gobierno. Algo similar se puede decir acerca del tema de las estadísticas oficiales.  

¿Existe una grieta en la sociedad argentina entre “kirchneristas” y “antikirchneristas” o estamos frente a un debate necesario ante una situación que permaneció oculta durante -me animaría a decir- siglos de  desavenencias y divisiones fogoneadas por políticas de exclusión?

Otro elemento positivo de estos 12 años es haber eliminado ciertas ambigüedades: kirchnerista sintetiza inclusión y se refiere a un vasto número de conquistas, algunas de ellas ya anunciadas, antikirchnerista sería lo contrario, aunque no en todos los casos: hay muchos antikirchneristas a los que no se los puede tildar de gente de derecha.

¿Qué espera de un eventual gobierno de Scioli?

Que, según prometiera, continúe con el proyecto, corrigiendo errores y desarrollando mucho de lo que aún falta.

¿Y de Macri?

Lo peor: el inevitable regreso al infierno que nos tocará vivir. La célebre teoría del “derrame” neo-liberal consiste en derramar espanto sobre los millones de seres humanos que quedan fuera del programa. (I)

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