El terremoto de 5,6 en la escala de Richter dejó 160 muertos y cientos de heridos cuando los edificios se derrumbaron y los residentes aterrorizados corrieron para salvar sus vidas en la isla de Java, Indonesia. Es el último balance de los servicios de emergencia del país.

Los cuerpos continuaron siendo extraídos de los escombros en la ciudad de Cianjur, ubicada en la provincia más densamente poblada del país, Java Occidental, a unos 217 kilómetros (135 millas) al sur de la capital, Yakarta. Varias personas siguen desaparecidas y las autoridades no descartan que se eleve el número de fallecidos. 

Según los organismos técnicos de sismología, normalmente se esperaría que la magnitud causara daños leves a los edificios y otras estructuras, pero los expertos dicen que la proximidad a las líneas de falla, la poca profundidad del terremoto y la infraestructura inadecuada contribuyeron al daño y la muerte de un centenar de habitantes. Los expertos aseguraron que las estructuras  no se construyeron con métodos a prueba de terremotos y estos fueron factores en la devastación.

“Aunque el terremoto fue de tamaño mediano, estuvo cerca de la superficie... y se localizó tierra adentro, cerca de donde vive la gente”, dijo Gayatri Marliyani, profesor asistente de geología en la Universitas Gadjah Mada, en Yogyakarta, Indonesia. “La energía aún era lo suficientemente grande como para causar una sacudida significativa que provocó daños”.

Una falla es un lugar con una ruptura larga en la roca que forma la superficie de la tierra. Cuando ocurre un terremoto en una de estas fallas, la roca de un lado de la falla se desliza con respecto al otro.

Con 270 millones de habitantes, Indonesia es golpeada con frecuencia por terremotos, erupciones volcánicas y tsunamis, debido a su ubicación en el arco de volcanes y fallas en la cuenca del Pacífico conocido como el "Anillo de Fuego". El área se extiende por unos 40 000 km2 y es donde ocurre la mayoría de los terremotos del mundo.