Los habitantes de la región de Ishikawa, en el centro de Japón, continúan en alerta por las constantes réplicas del terremoto de magnitud 6.5 que sacudió la zona la tarde del viernes 5 de mayo. La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) registró 55 réplicas hasta la mañana del sábado 6.

Una persona falleció y otras 29 resultaron heridas tras el movimiento telúrico, según confirmó el Gobierno japonés. La víctima falleció tras caer de una escalera en Suzu, en la zona costera, según indicó un responsable de la gestión de crisis de esta ciudad a la AFP.

El vocero oficial, Hirokazu Matsuno, añadió que varios edificios se derrumbaron y numerosas viviendas resultaron afectadas tras deslizamientos de tierra y rocas que se desprendieron por el sismo.

Aunque los terremotos son habituales en Japón, puesto que se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, los daños no pueden ser prevenidos. Esto a pesar que el país cuenta con detallados planes y estrictas normativas de construcción para que las edificaciones resistan los fuertes movimientos.