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Podemos critica discurso poco innovador del líder conservador
Rajoy trata como aliado al PSOE en la primera sesión de su investidura
Han transcurrido 10 meses de vacío institucional y que una agrupación histórica como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) abra un canal para que Mariano Rajoy (foto) se convierta en presidente del Gobierno de España. Pero antes tendrá que escenificar los tres pasos reglamentarios.
El primero de ellos lo efectuó ayer con un solemne discurso abierto al diálogo, repleto de gestos afectuosos hacia la bancada de los socialistas a los que trató de ‘aliados’. También se refirió a la búsqueda de un acuerdo con todas las fuerzas parlamentarias, “excepto con aquellas que quieran romper el país o aspiren a emprender aventuras indeseadas”, es decir, excepto con los 96 diputados que compone la suma de escaños que tienen Unidos Podemos y los partidos nacionalistas.
Hoy será el turno de la oposición, el paso previo a la primera votación de investidura, la que otorgaría al candidato conservador la presidencia si obtuviera el apoyo de 176 parlamentarios de la Cámara, algo que no alcanzará.
El sábado será el día decisivo para celebrar la segunda sesión en la que Rajoy logrará el número de votos mínimo que exige la ley para ser investido presidente.
Su avance respecto al rechazo que su candidatura suscitó hace poco más de dos meses será la abstención de los 84 representantes del PSOE o, al menos, de una parte importante de ellos.
Este giro copernicano experimentado por los socialistas para entregar el poder a su enemigo histórico mantiene el partido al límite de una traumática escisión.
Aunque no variará ni un ápice el resultado final de la sesión sabatina, ayer seguía envuelta en una nube de misterio la posición final de los diputados de las 11 federaciones que demuestran su oposición a abstenerse para facilitar la victoria de Rajoy.
Especialmente beligerante con la decisión de la gestora que dirige el partido es la agrupación catalana, el PSC, cuyos 7 diputados ya han anunciado que también el sábado votarán No.
La nota áspera de esta plácida primera sesión de investidura de Mariano Rajoy llegó del vicesecretario de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, quien valoró esta jornada como un trámite pactado entre socialistas y conservadores “para esconder sus vergüenzas”. Y no solo eso. El número dos de la coalición progresista explicó que la “única innovación” percibida durante las tres horas que estuvo en el Congreso es que el PSOE va a permitir a Rajoy gobernar “gracias a un golpe palaciego”.
La respuesta socialista no se hizo esperar: “Nosotros haremos oposición. Vosotros y el PP bloqueasteis la posibilidad de que hubiera un presidente socialista”. (I)