Rajoy se acerca a un acuerdo con Ciudadanos para gobernar España

El líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, tiene instinto de supervivencia. Etiquetado como el principal obstáculo para alcanzar un acuerdo de Gobierno por el resto de fuerzas políticas, su tenacidad y paciencia para buscar los 38 votos que le faltan y llegar a los 176 que necesita para ser investido presidente de España son indestructibles. A Ciudadanos, 32 escaños, casi le tiene convencido; y los socialistas, 85 diputados que juraron no aceptar ni una sola de sus propuestas, han empezado a deponer sus rocosas defensas.

Pese a los fuegos de artificio y las negativas del primer momento, a Rajoy le ha bastado una reunión por separado con ambos grupos para aclarar el camino que le llevará de nuevo al Palacio de la Moncloa. Y se ha dado un plazo: Dos semanas.

Su estrategia es ser investido presidente el próximo 5 de agosto en segunda votación, la primera será fijada salvo sorpresa para tres días antes. Hasta ese día, el propio aspirante conservador acometerá su ofensiva final, “en solitario y en secreto”, según anunció ayer el número tres del PP, Fernando Martínez-Maíllo, para lograr el compromiso de Albert Rivera y Pedro Sánchez con su candidatura y adentrarse en el difícil reto de gobernar en minoría en España, pero gobernar al fin y al cabo.

Ayer se conoció que Rajoy ha descartado la posibilidad de crear un equipo de expertos para acercar posturas con los dos partidos en los que ha centrado su esfuerzo negociador. Según indicaron fuentes del PP, “ni siquiera está en sus planes realizar declaraciones públicas en los próximos días”. El motivo para el apagón informativo decretado por el victorioso candidato conservador es la nefasta imagen que, en su opinión, ofrecieron los partidos políticos durante los 6 infructuosos meses de la anterior legislatura. “Fue un espectáculo deplorable”, manifestó Rajoy en una entrevista concedida días antes de las elecciones celebradas el pasado 26 de junio.

La idea que baraja el líder del PP es acudir a la cita programada para la próxima semana con el rey, esto mediante el trabajo de acercamiento al PSOE y Ciudadanos que se halla “bastante avanzado y pendiente de rematar en la última semana de julio”, comentaron fuentes parlamentarias. El optimismo reinante en las filas de Rajoy procede de la “buena” sintonía alcanzada con Pedro Sánchez tras la reunión que ambos mantuvieron esta semana. El responsable de comunicación popular, Pablo Casado, considera que ese encuentro reveló que “hay un punto de partida para el acuerdo por lo que hay que ser optimistas”, señaló.

Pese a que Sánchez repitió que Rajoy debe olvidarse de ellos para sacar adelante su investidura, los más astutos analistas ven en la expresión “a día de hoy”, utilizada por el líder socialista esta semana, una puerta abierta a un posible cambio de opinión de su grupo parlamentario. Al menos, para la abstención en la segunda votación, lo que decantaría el pulso parlamentario en favor del candidato conservador. El escenario sería mucho más clarificador para Rajoy y también para Sánchez si finalmente Ciudadanos votara a favor, ya que el líder popular contaría con 170 votos, quedándose a seis escaños de la mayoría absoluta, algo superable en la segunda votación.

Aunque el documento base de la negociación que el PP ha puesto sobre la mesa de PSOE y Ciudadanos ha tenido una gélida acogida, ha comenzado a conocerse algunos apartados que la derecha está dispuesta a ceder para aproximarse al acuerdo. Una de ellas es la polémica Ley de Educación que debía de entrar en funcionamiento en septiembre y que todos los partidos sin excepción la rechazaron “por ultraconservadora”. Fuentes del PP aseguran que el presidente en funciones no tiene problemas “en aparcarla e incluso derogarla si con ello favorece el diálogo”. Otro elemento clave es la reforma laboral.

El resto de los puntos del programa de gobierno del PP es innegociable. Entre ellos, la partida de recortes en el gasto público que la UE exige a España y que los conservadores tienen previsto aplicar sobre los servicios públicos que utilizan las clases sociales más desfavorecidas. (I)

España realiza maniobra fiscal para evitar multa

El gobierno español adelantará a julio el cierre de los presupuestos generales de 2016 para controlar el gasto público y evitar una multa por el incumplimiento de los objetivos de déficit.

En un documento remitido a la Comisión Europea (CE), el ejecutivo saliente del conservador Mariano Rajoy se compromete a cerrar los presupuestos este mes, en lugar de noviembre, difundieron  diversos medios periodísticos.

Con esa medida, las administraciones no podrán presentar gastos extraordinarios después de esa fecha. Así consta en las alegaciones enviadas a la CE -ejecutivo de la Unión Europea (UE)- para evitar una multa por el incumplimiento de los objetivos de déficit público.

Los ministros de Finanzas de la UE respaldaron el pasado martes un proceso de sanción por déficit excesivo contra España y Portugal, allanando el camino para que el bloque comunitario proponga posibles multas en los próximos 20 días.

Ambos países se arriesgan a ser multados con hasta un 0,2% de su Producto Interno Bruto (PIB) y la suspensión parcial de los fondos estructurales de la UE.

Por lo pronto el Gobierno ya anunció que propondrá una subida del impuesto sobre las sociedades para reducir en 2017 su déficit por debajo del 3,0% del PIB y evitar así una sanción europea. (I)