Bogotá.- Tras una reunión privada hace una semana entre el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro y varios líderes del Partido Liberal, en un apartamento en el norte de Bogotá, se selló un acuerdo programático entre una parte del movimiento Progresistas y los liberales para respaldar el proceso de paz. Esto, según analistas, se traduce en un apoyo a la reelección del presidente Juan Manuel Santos, para los comicios del 25 de mayo.

Si bien el documento suscrito entre progresistas y liberales no hace alusión a temas electorales, sino que señala compromisos sobre puntos fundamentales para mejorar la salud y la educación, es un hecho que la mayoría del movimiento de Petro terminará respaldando la candidatura de Santos por la vía de la búsqueda de la paz que el Gobierno negocia con la guerrilla de las FARC, en La Habana, destaca el diario El Tiempo.

“Es el momento histórico para tomar decisiones claras y definitivas entre los que están por el Estado social de derecho y la paz, o los que están con la guerra”, dijo al término del evento Guillermo Alfonso Jaramillo, admitiendo el carácter electoral del acto que fue facilitado por los liberales Juan Fernando Cristo, Guillermo Rivera y Horacio Serpa.

Desde el progresismo atribuyen a divisiones y a la traición la alianza entre el petrismo y la campaña reeleccionista de Santos.

El concejal progresista Diego García dijo que hay un sector en el petrismo  que “se le arrodilla al presidente Santos con el fin de conseguir beneficios personales”.

El también concejal progresista Carlos Vicente de Roux, dice que no comparte la firma de este documento, que si bien una de las bases del progresismo es la paz y la firma de la misma, no entiende cómo el documento no se realizó con el candidato de la Alianza Verde, Enrique Peñalosa, quien también apoya el proceso de La Habana.

Según las mismas fuentes, cercanas al despacho de Petro, la adhesión sería una jugada a 3 bandas. Primero sería la posibilidad de ganar simpatías en el Gobierno, el único actor que podría garantizar que Petro termine su mandato en Bogotá.

Segundo, apostarle y ser protagonistas de la paz, que ha sido una de las banderas de ese movimiento. Y tercero, evitar que enemigos acérrimos del alcalde controlen el Poder Ejecutivo.

Precisamente Petro, quien enfrenta un intento de destitución desde diciembre, recibió este martes medidas cautelares del Consejo de Estado de Colombia, que le reafirman en su cargo hasta que haya una resolución definitiva de su caso.

DATOS

En diciembre pasado la Procuraduría de Colombia sancionó a Petro con destitución e inhabilitación política por 15 años, por haber actuado con dolo en la modificación del sistema de recolección de basura de la ciudad, que pasó de manos privadas a públicas a fines de 2012.

Tras una serie de decisiones judiciales, Petro estuvo fuera de su cargo por poco más de un mes -entre marzo y abril- luego de que el presidente Juan Manuel Santos ejecutara su destitución. Regresó a la Alcaldía a fines de abril, por orden de un tribunal local que pidió a Santos restituirlo en su cargo.