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El Telégrafo
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90 normalistas bloquearon el palacio de gobierno de morelos por la ruptura de convenio

Padres de los 43 normalistas mexicanos llevarán el caso a la justicia internacional (Galería)

Familiares con los retratos de los 43 estudiantes desaparecidos después de una conferencia de prensa. Foto: AFP
Familiares con los retratos de los 43 estudiantes desaparecidos después de una conferencia de prensa. Foto: AFP
29 de enero de 2015 - 00:00 - Agencias internacionales

Felipe de la Cruz, vocero de los padres y madres de los 43 estudiantes, manifestó su repudio a la “manera descarada” con que el Gobierno mexicano busca cerrar las investigaciones sobre la desaparición de sus hijos ocurridas entre el 26 y 27 de septiembre de 2014. Además, deploró que las autoridades violen los acuerdos firmados por el presidente Enrique Peña Nieto, que obligan al gobierno a dar a conocer primero a los padres cualquier avance en las investigaciones.

El 29 de noviembre de 2014,  los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, tras una reunión en Los Pinos con el mandatario, firmaron una minuta con 10 puntos para esclarecer los hechos de la desaparición de los estudiantes en Guerrero. Este acuerdo se ha roto -afirman los padres- tras la versión de Jesús Murillo Karam, procurador general de la República (PGR), de que sus hijos fueron asesinados y quemados en el basurero de Cocula, por considerar que “no hay evidencias científicas de ello”, y adelantaron que llevarán el caso ante la justicia internacional.

En conferencia de prensa, Vidulfo Rosales, representante legal de los familiares de los estudiantes, subrayó que hay una “prisa e intencionalidad política” del gobierno para cerrar el caso, a pesar de que la indagatoria “no es concluyente”, por tanto no se ha alcanzado el grado de verdad histórica que los padres de familia necesitan tener.

El abogado detalló que la investigación no puede cerrarse debido a que hay al menos 10 puntos que aún no han sido esclarecidos, citó La Jornada.

De hecho el estudiante normalista Omar García, en entrevista con Telesur, fue enfático al aseverar que el resultado de esta investigación “no cambia nada, solo refuerza su versión (…) no se han abierto nuevas líneas de investigación. Murillo evitó las preguntas acerca de la presunta vinculación del Ejército mexicano en la arremetida contra los estudiantes”.

García manifestó que hay varias incongruencias en lo afirmado por la PGR porque “los nombres de Cochiloco y los demás, lo sacaron de los testimonios de nosotros no de los victimarios que ellos interrogaron, la PGR tomó lo que les servía y omitió nuestras declaraciones, pero cuando se acusaba a la Policía y al Ejército” lo desestimaron.

Jesús Murillo Karam, el martes, insistió en que “no hay una sola evidencia que incrimine al Ejército” de México, pero ratificó las vinculaciones de la Policía municipal, el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda. Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto declaró el martes, minimizando la dimensión del crimen de Ayotzinapa, diciendo que “no podemos quedarnos ahí”.

Ayer, 90 estudiantes se tomaron los accesos del Palacio de Gobierno de Morelos, en Cuernavaca, como medida de rechazo a la ruptura del convenio que firmó Peña Nieto en 2014, publicó El Universal.

INCONGRUENCIAS DE PROCURADURÍA, SEGÚN CIENTÍFICO

El científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Montemayor Aldrete, cuestionó la “certeza legal” de la que hace mención la Procuraduría General de México para afirmar que los 43 estudiantes están muertos.  

El experto explicó en una entrevista con Telesur que “si los hubiesen cremado necesitarían 10 veces más área que en la que se calcinó de acuerdo a lo que apareció en las fotografías de la revista Proceso (…), queda muy claro por altura de personas que es muy inferior, al área que se necesitaría para cremarlos a la leña o con llantas como lo aseveró el señor procurador”.

Reafirmó que “se necesitarían 33 toneladas de madera o mil llantas de autos de pasajeros (…) hay contradicciones evidentes, él habla de 1.600 grados de temperatura”, lo cual se contrasta con lo que dijo el experto de la UNAM al decir que a cielo abierto sería una temperatura de 1.100 o 1.200 grados.

Sobre los restos óseos encontrados, dijo que “por encima de los 800 grados centígrados los restos óseos no guardan ya información genética porque las moléculas biológicas se degradan fácilmente”. En este orden detalló que “a Alexander Mora pudieron haberle arrancado un dedo estando vivo y luego haberlo quemado vivo, pero esto no da certeza de que él esté muerto”.

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