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Pablo Iglesias refuerza su liderazgo en Podemos
Pablo Iglesias ganó el combate del siglo a Íñigo Errejón. El secretario general no solo mantiene con holgura el liderazgo del partido, sino que -además- controlará de forma aún más contundente el Consejo Ciudadano de Podemos, el máximo órgano de dirección del partido morado.
La victoria de Iglesias ha sido inapelable en todas las votaciones propuestas para renovar los cargos dirigentes y la estrategia política que a partir de ahora deberá emprender la formación. De esta manera, el control de Podemos queda en manos de una corriente que apela por combinar la pelea institucional con la movilización social como martillo de transformación. Con el 89% de los votos de los más de 155.000 emitidos, Pablo Iglesias pasa a controlar el 60% de la dirección de Podemos.
En su primer discurso tras ser ratificado al frente de la fuerza de izquierda, Iglesias prometió no defraudar a la consigna de unidad aclamada por los miles de simpatizantes que acompañaron en el Palacio de Vistalegre de Madrid el desarrollo del congreso, el segundo que celebra Podemos en sus tres años de historia.
El líder de la formación defendió la necesidad de contar con una dirección más plural, “que represente a todas las sensibilidades que cohabitan en Podemos”, pero sin desvelar cuál será el papel que a partir de ahora desempeñará el derrotado Errejón que hasta ahora era el número dos, pero que desde ayer solo representa al 33% del partido.
Iglesias se ha abrazado con él en el escenario, pero no le ha dedicado ni un solo guiño cómplice, al contrario de lo que hizo en la jornada inaugural del sábado cuando aseguró que era una pieza imprescindible. “Nunca nos equivocaremos de bando”, exclamó ante 14.000 seguidores. Arropado por los nuevos miembros de la dirección, el secretario general reiteró que su objetivo será llevar al Congreso las demandas de la sociedad civil. “Unidad y humildad para que las gentes y los pueblos recuperen la soberanía”.
La única sorpresa del congreso llegó del aplastante resultado. Una hora después de conocerse los resultados definitivos compareció Errejón con gesto contrariado pero decidido a poner fin a las disputas internas. Aunque reclamó “respeto hacia la pluralidad” existente en el partido, declaró con deportividad “estar a la orden” de los ganadores.
También afirmó sentirse orgulloso de haber defendido una posición política no tan aguerrida como las que representaban sus dos directos rivales, Pablo Iglesias y Miguel Urbán. Para él comienza ahora un nuevo capítulo dentro del partido en el que probablemente deberá renunciar a parte de las responsabilidades que ostenta, entre las que se encuentran la secretaría política y la vocería en el Congreso.
Todo se decidirá en el primer consejo ciudadano que presumiblemente será convocado esta semana ya bajo el control de Pablo Iglesias, que logró 37 consejeros frente a los 23 de Errejón y dos de Miguel Urbán, más cercano a las tesis políticas del secretario general.
La novedad de que en esta ocasión se votaran listas abiertas permitió calibrar con mayor exactitud la debacle sufrida por el número dos del partido, ya que fue el tercer dirigente más votado, por detrás de Iglesias y de Pablo Echenique, actual secretario de organización. De la misma manera, los documentos político, ético, organizativo y de género también acabaron cayendo del lado del líder del partido. (I)