La cancelación de la campaña en California de la candidata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, debido a  una neumonía, renueva cuestionamientos sobre si los aspirantes tienen o no la suficiente energía física para dirigir el país más poderoso del mundo. Tras especulaciones sobre su estado de salud, ayer el portavoz de la demócrata, Brian Fallon, indicó que  ella retomará la agenda a mediados de esta semana.

El diagnóstico de Hillary fue revelado el domingo luego de que abandonó -antes de tiempo- la ceremonia de conmemoración de los atentados del 11-S (11 de Septiembre) en Nueva York debido a un malestar provocado por una deshidratación. Medios recalcaron que la postulante perdió el equilibrio y se retiró de la ceremonia con ayuda de sus guardaespaldas para dirigirse al departamento de su hija Chelsea a descansar.

Por su parte, su médica personal, la doctora Lisa Bardack, señaló que  la demócrata sufría tos vinculada con alergias. “El viernes, se le suministraron antibióticos y se le aconsejó descansar y modificar su agenda”. Sin embargo asistió al acto conmemorativo en Nueva York.

Tras el quebranto del domingo,  el diario ‘The Telegraph’, publicó que Clinton puede ser reemplazada como candidata del Partido Demócrata solo en el caso de que ella renuncie y hasta ahora no hay  indicios de que planee esa decisión. En este hipotético caso Joe Biden y Bernie Sanders surgieron como posibles sucesores.

David L. Schneider, profesor de Medicina en la Universidad de Illinois, señaló al diario The Washington Post que como trasfondo del interés público está la edad de los candidatos: el republicano Donald Trump tiene 70 años, mientras que la demócrata Clinton, 68. Eso hace que los americanos necesiten “saber más” sobre la salud de ambos.

De ser elegido, el republicano sería el presidente con más edad en ocupar la Casa Blanca, y en el caso contrario, la demócrata sería la segunda, por detrás de Ronald Reagan (69). Schneider, expresó que “a esa edad, empiezan a pasar cosas”.

¿Los quebrantos de salud afectan a la campaña presidencial?

Cuando alguien se postula para la presidencia de un país, la historia muestra que es mejor no enfermarse ni desplomarse, destacó el portal de la BBC. El medio recordó el caso de Bob Dole, el candidato republicano que se enfrentó a Bill Clinton (esposo de Hillary) en la carrera por la Casa Blanca. El aspirante se cayó de cabeza de una tarima durante su campaña en 1996 y aunque se recuperó físicamente el desplomo dejó una secuela en su imagen y perdió ante la vitalidad de su contrincante Bill. Ahora es la esposa de Clinton la que tendrá que demostrar su fortaleza para dirigir un país.

James Rubin, quien trabajó en el Departamento de Estado durante la administración de Bill y ahora es comentarista político, manifestó: “Clinton, de 68 años, está en  campaña sin descanso durante meses, prácticamente durante años si se considera que está en el ojo público desde hace 25 años. Pero que la gente piense que esto es un asunto enorme, comparado con las escandalosas propuestas que ha hecho Trump... las cosas que ha escondido, como sus declaraciones de impuestos... (la salud de ella) es un asunto significativo”.

Jennifer Lawless, maestra de la American University, dijo que la solución para Hillary es demostrar su vitalidad y “ asistir a toneladas de eventos y lucir muy energética”.

En una entrevista de la cadena Fox, su rival republicano -Trump-, quien ya había afirmado que Hillary carece de la “fuerza mental y física” para ocupar la Casa Blanca, le deseó una pronta recuperación, en tanto anunció que pronto divulgará detalles sobre su propia salud. Con 70 años, la única información sobre su salud procede de una nota escrita a las carreras por su médico.

El analista Anthony Zurcher manifestó a la BBC que cuando era presidente George H.W. Bush una vez vomitó sobre un primer ministro de Japón. Su hijo, George W. Bush, se desmayó en la Casa Blanca al ahogarse con un pretzel. El presidente Franklin Roosevelt ocultó sus graves problemas de salud y John F. Kennedy nunca habló sobre sus problemas de espalda. La diferencia entre esos hombres y Hillary es que ocurre en la recta final de una campaña electoral que concluye con los comicios del 8 de noviembre. (I)

DATOS

En apoyo a la candidata demócrata, Jennifer Granholm, gobernadora de Michigan, tuiteó: ”Trabajar, pese a estar enfermas, es lo que hacemos las mujeres”.

Donald Trump, que no suele escatimar en calificativos y ataques personales, había rechazado el domingo preguntas de la prensa sobre la salud de Clinton.

El republicano aseguró que la semana pasada se efectuó exámenes que publicará en cuanto estén listos. “Creo que van a ser buenos. Yo me siento muy bien”, agregó.

La demócrata desestimó las versiones que circulan en internet sobre su salud y que van desde un tumor cerebral, párkinson o demencia y afirmó que la tos se debió a una alergia. Mencionó un informe detallado de su médico que declara que está en buenas condiciones para ejercer como presidenta. (I)