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Multitudinaria protesta anti-nuclear en Londres
Decenas de miles de manifestantes participaron este sábado en el centro de Londres de la mayor protesta anti-nuclear en décadas, durante la cual los activistas pidieron al Gobierno británico de David Cameron suspender de inmediato su polémico plan para renovar el arsenal atómico de misiles Trident.
Muchos de los participantes de la marcha pacifista provenían de países como Australia, Estados Unidos, Francia y Escocia, este último donde se encuentran el principal arsenal británico de disuasión con misiles atómicos.
La protesta, que comenzó en el Marble Arch de la capital inglesa y concluyó en la plaza de Trafalgar Square, contó con la participación de decenas de intelectuales y políticos, entre ellos la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, el jefe del Partido Laborista, Jeremy Corbyn y Caroline Lucas, al frente del Partido Verde británico.
También asistieron sindicalistas, activistas anti-nucleares, estudiantes y profesores universitarios.
La manifestante Naomi Young, una trabajadora social de 34 años, contó que decidió sumarse a la protesta en Londres, para decirle “no” a los planes nucleares del Gobierno británico.
“No podemos usar armas nucleares. Destruiremos con ellas el medio ambiente y la vida de cientos de miles de personas. ¿Por qué gastar 150.000 millones de dólares para comprar armas? Al menos que el Gobierno quiera destruir el planeta”, subrayó la mujer.
Muchos de los manifestantes llevaban pancartas con mensajes antinucleares que leían, por ejemplo: “Libros sí, bombas no”, “Recortar guerras, no el Estado de Bienestar” y “NHS (Servicio de Salud) y no Trident”.
Los activistas repudiaron los altos costos oficiales para reemplazar los arsenales nucleares Trident mientras el Gobierno pone en marcha su plan de austeridad en el Reino Unido.
Para el jubilado inglés Andy Pomphrey, de 67 años, reemplazar ese arsenal nuclear requiere de una cantidad “excesiva” de dinero, “especialmente cuando el Servicio de Salud y los médicos practicantes no tienen el dinero suficiente para trabajar”.
Muchos estudiantes y profesores cuestionaron la decisión del Gobierno de gastar cientos de miles de dólares en armas nucleares, en lugar de destinarlos a la educación o a tecnologías para combatir el cambio climático.
Tras el cierre de la marcha, Corbyn y varios políticos británicos hablaron a la concurrencia, criticando duramente a Cameron por sus políticas bélicas y armamentistas.
El jefe laborista dijo además que fue elegido en septiembre pasado al frente del partido opositor debido a sus promesas políticas, una de las cuales es oponerse a la renovación del arsenal nuclear Trident.
También recordó el apoyo que dio el Laborismo al Tratado contra la Proliferación de Armas Nucleares, firmado en 1968 por países como el Reino Unido, Rusia y Estados Unidos, comprometiéndose a una mayor cooperación en la lucha contra la carrera armamentística nuclear.
La manifestación contó además con ponencias de la actriz Vanessa Redgrave, del músico Rou Reynolds, integrante de la banda de rock Enter Shikari, de la comediante Francesca Martinez, del teólogo Giles Fraser y del escritor y activista político Tariq Ali.
Se trató de una de las manifestaciones anti-nucleares más multitudinarias en la historia del Reino Unido, similar a la de 1983, cuando 300.000 personas se congregaron en el Hyde Park de Londres para repudiar el despliegue de misiles crucero al sitio Greenham Common, en el condado inglés de Berkshire.
Los organizadores de la marcha de este sábado, el grupo Campaña por el Desarme Nuclear (CND), indicaron que la gran cantidad de manifestantes “envía un mensaje claro y fuerte al Gobierno, acerca de que existe una creciente oposición a sus planes nucleares”.
La protesta contó con el apoyo de muchas figuras y celebridades locales, desde las bandas Young Fathers, Portishead y Massive Attack, hasta la diseñadora de moda Katharine Hamnett, quien lanzó su última colección con remeras que incluían mensajes antinucleares.
Además enviaron su apoyo organizaciones anti armas nucleares de Japón, Francia, Suiza, Italia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
El programa del Gobierno británico para reemplazar los submarinos Vanguard con misiles nucleares Trident tiene un costo estimado de 31.000 millones de libras (43.000 millones de dólares), más otros 14.000 millones de dólares por “riesgos imprevistos”.
El plan nuclear de Cameron será sometido sin embargo a una votación en el Parlamento del Reino Unido, que está prevista para finales del año.