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Mauricio Macri invierte su fortuna en bonos argentinos tras críticas
Mientras un ejército de 1,4 millones de nuevos pobres lucha por sobrevivir en la nueva era del neoliberalismo en Argentina, el presidente Mauricio Macri tiene problemas con su enorme fortuna. No solo su declaración jurada ante el fisco es investigada en la justicia por supuestas irregularidades, como la ausencia de menciones a empresas descubiertas en los papeles de Panamá. También le provoca dolores de cabeza un depósito de $ 1,3 millones en una cuenta en el “paraíso fiscal” de las Bahamas.
A pesar de que su patrimonio es manejado por un “fideicomiso ciego”, en el que el mandatario no tiene posibilidad de inmiscuirse para evitar suspicacias mientras ejerce el poder, como él mismo lo decidió, Macri anunció que repatriaría ese dinero.
“El presidente dio el paso necesario para que sus fondos vengan a la Argentina”, informó el martes el jefe de gabinete, Marcos Peña. El dinero fue invertido en bonos nacionales como una muestra de confianza en su gestión. Pero la duda quedó flotando en el ambiente político. ¿Cómo es que Macri dio la orden de repatriar su dinero en las Bahamas si su fortuna es manejada por un fideicomiso ciego y no puede inmiscuirse en las decisiones en torno a su patrimonio?
El escándalo de la cuenta bancaria en las Bahamas saltó con la última declaración jurada del presidente, donde señala que su patrimonio pasó de 53 millones de pesos en 2014 a ($ 3,8 millones) a 110 millones de pesos ($ 7,8 millones) en 2015. Además declaró un depósito en las islas Bahamas de 18 millones de pesos ($ 1.3 millones).
Según voceros del gobierno, ese dinero ya había sido declarado en años anteriores en cuentas en Suiza y Estados Unidos. Pero como el banco suizo Julius Baer compró Merrill Lynch, que manejaba esas cuentas, y cambió su domicilio a las Bahamas, el dinero del jefe de Estado aparecía registrado en ese paraíso fiscal del Caribe.
Gabriela Cerruti, exlegisladora kirchnerista y biógrafa del presidente, no creyó la versión oficial y denunció al mandatario por enriquecimiento ilícito, falsificación de documento público y negocios incompatibles con su función.
Según Cerruti, Macri “mintió públicamente cuando dijo que no tenía cuentas en Bahamas y ahora declara 18 millones” de pesos, $ 1,3 millones. El escándalo se conoció en coincidencia con una ley de blanqueo de capitales impulsada por el gobierno que prevé utilizar los punitorios para el pago a jubilados que iniciaron juicios al Estado por mala liquidación de sus haberes.
Pero Macri no es el único que tiene cuentas en el exterior. La mayoría de los miembros de su gabinete posee sus ahorros fuera del país. El presidente los invitó a repatriar esos fondos, pero el jefe de gabinete dijo que se trata de una “decisión personal” que debe tomar cada uno.
Por lo pronto, además del presidente con las firmas offshore Fleg Trading y Kagemusha, siete funcionarios del gobierno aparecen involucrados en el escándalo de los papeles de Panamá. Otros tienen millones en el exterior. Solo los miembros del gabinete económico en conjunto suman 100 millones de pesos, unos $ 7 millones, empezando por el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, quien posee $ 2,8 millones repartidos en 4 cuentas en Estados Unidos, todas declaradas ante el fisco.
Pero el que más sorprendió con sus declaraciones fue el presidente del Banco Nación, Carlos Melconián. “Por supuesto que voy a traer parte de mi dinero y parte quedará afuera para mis hijos. A medida que el país vaya generando confianza todos traeremos los fondos”. Y concluyó: “No es más justo el que la tiene adentro negra (dinero no declarado, ndr) que el que la tiene afuera blanca (declarada ante el fisco)”. (I)
Varios funcionarios de la administración de Kirchner investigados por corrupción
La detención del exsecretario de Obras Públicas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con casi $ 9 millones en sus manos, en plena noche y en la puerta de un monasterio, dio un brutal golpe al “kirchnerismo” y dejó al desnudo un endémico problema estructural que carcome a la política argentina: la corrupción.
José López (foto), el número dos del ministerio de Planificación que lideró durante 12 años el hoy diputado Julio de Vido, un hombre de absoluta confianza de Néstor y Cristina Kirchner, fue detenido en la madrugada del martes en la puerta de un convento de la localidad bonaerense de General Rodríguez, periferia oeste del Gran Buenos Aires. En su poder tenía un arma semi-automática y decenas de bultos con dinero extranjero no declarado -dólares, euros, yenes y hasta reales qataríes- que al parecer intentaba esconder en el monasterio, del que era habitual concurrente.
La detención de López, un hombre que manejó todas las licitaciones de obra pública durante los tres gobiernos “kirchneristas”, tuvo ribetes cinematográficos. Un vecino avisó a la policía al verlo arrojar bultos (luego se descubrió que tenían dinero) hacia el interior del convento, pensando que era un intento de robo. La policía llegó en dos minutos al lugar y, según la versión oficial, López intentó sobornar sin éxito a los dos agentes que llegaron en el patrullero.
“Yo robé para venir a donar acá”, le dijo López a una monja tras ser detenido. La religiosa relató lo sucedido a una radio local.
Los policías detuvieron al exfuncionario porque le descubrieron un arma semi-automática, pero al poco tiempo se toparon con decenas de bolsos con dinero. Los investigadores tardaron casi 10 horas para precisar cuánta plata cargaba López: en total $ 8’982.000. En su declaración jurada ante el fisco, el exfuncionario reveló bienes y ahorros por solo $ 142.000.
La sospecha -en este caso casi un eufemismo de certeza- es que esa millonaria cifra tiene origen en la corrupción con la obra pública, a base de sobornos pagados por empresarios a exfuncionarios para ganar licitaciones y fijar jugosos sobreprecios.
Las denuncias en ese sentido contra la anterior administración se extendieron como reguero de pólvora en los últimos tiempos, en especial tras la asunción del presidente Mauricio Macri. En los últimos años dos ex ministros (Ricardo Jaime, de Transporte, y Felisa Miceli, de Economía, fueron condenados por corrupción), mientras el exvicepresidente Amado Boudou se encuentra procesado y con varias causas en su contra. También la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner -procesada en una causa de venta de “dólar futuro”- es investigada en tres causas por lavado de dinero. Se la acusa de ser cómplice del empresario Lázaro Báez, detenido y procesado por la justicia y uno de los más beneficiados con obra pública en la última década. (I)