Macri recurre a las iglesias evangélicas para contener la crisis
El gobierno de Mauricio Macri pidió ayuda para la distribución de alimentos y la contención social a las iglesias evangélicas, de mucho poder en Brasil y que comienzan a pisar más fuerte en Argentina, especialmente en los sectores vulnerables.
La idea es restarle un poco de poder a las organizaciones sociales y “piqueteras” y a sus llamados “punteros” (personas de gran influencia que canalizan la asistencia social y a quienes el gobierno acusa de manipular a los pobres con la obligación de asistir a sus protestas y cortes de calle a cambio de recibir ayuda).
El pedido se conoció en medio del agravamiento de la situación económica en el país, donde la pobreza pasó de 25,7% a 27,3% en el primer semestre del año. Se estima que en el país hay 12,5 millones de pobres.
El gobierno quiere que las iglesias evangélicas participen, con Cáritas Argentina y las organizaciones sociales, en la distribución de 400.000 kilos de leche en polvo y 120.000 módulos de asistencia alimentaria que incluye 12 productos básicos, en especial en el conurbano bonaerense.
Pero... ¿por qué Macri pidió ayuda a las iglesias evangélicas en el país del papa Francisco?, por el peso que tienen en los sectores vulnerables del país.
El pastor Rubén Proietti, presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina, explicó que “acudimos a socorrer y ayudar una vez más a quienes sufren, para contener a las familias en medio de una crisis social creciente”.
Si bien su poder no es comparable con el que han cosechado en Brasil, donde tienen cadenas de TV, un partido político y una nutrida bancada de legisladores, en Argentina la presencia de las iglesias evangélicas se incrementó después de la asunción de Francisco como papa en 2013. Se estima que las iglesias mencionadas agrupan el 13% de la población. (I)
