Macri excluye de diálogos a sindicatos de izquierda

Divide y reinarás. El presidente argentino, Mauricio Macri, está decidido a gobernar a través de pactos políticos  en una campaña de premios y castigos para cimentar su plan de gobierno. Primero fue el turno del peronismo, al que logró escindir en el Congreso con promesas de fondos para obras públicas en distritos bajo gestión justicialista, desatando una crisis en el kirchnerista Frente para la Victoria. Ahora le llegó el turno al sindicalismo.  

Con estas políticas de exclusión y ajuste, “en el país se va a reinstalar la recesión que habíamos logrado despejar de nuestro horizonte en base a políticas que buscaban apuntalar la inclusión y el consumo interno”, dice a EL TELÉGRAFO el secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), el maestro Hugo Yasky.

En una decisión que tomó por sorpresa a gremialistas opositores,  Macri recibió ayer a 3 de las 5 centrales sindicales en las que está dividido el movimiento obrero argentino. Solo convocó al sector de la Confederación General del Trabajo (CGT)  liderada por el líder camionero Hugo Moyano, que respaldó su candidatura a presidente; a la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo, que responde al peronismo Renovador del excandidato presidencial Sergio Massa, su virtual aliado en el Congreso, y a la CGT kirchnerista del sindicalista metalúrgico Antonio Caló, que intenta no perder peso en el ámbito gremial. En la práctica son las tres centrales sindicales peronistas que se suelen dividir y unir de acuerdo a las circunstancias políticas. Pero dejó afuera a las dos secciones en las que está dividida la CTA,  la central obrera no peronista conformada por gremios de izquierda e independientes.

¿El objetivo? Apaciguar la pauta salarial con vistas al comienzo en marzo de las llamadas ‘paritarias’, las  negociaciones colectivas entre gremios y empresarios para ubicarla por debajo del 30% a cambio de reformas en el impuesto a las Ganancias, asignaciones familiares y fondos para obras sociales (seguro médico a cargo de distintos gremios). Pero la fresa del postre era la foto de Macri con gremialistas para impulsar la tan ansiada “gobernabilidad”.

“Es una convocatoria que tiene un  tinte de exclusión a aquellas centrales obreras que tienen  una mirada crítica respecto de lo que está pasando en Argentina a partir de la asunción de Macri. Venimos criticando el incremento de precios de los alimentos de manera inusitada y todo esto en el marco de salarios que siguen conservando el mismo poder adquisitivo de antes de la fuerte devaluación” del peso de diciembre pasado, que llegó a cerca del 40%, sostuvo Yasky.

Desde que asumió Macri, la inflación se desató con aumentos de hasta el 40% en la carne y otros alimentos básicos y un tarifazo en la energía eléctrica que en varios casos llega al 700%. La renovación de los contratos de alquileres ya se negocia en ese mismo porcentaje y el gobierno, en contraste, presiona a los gremios por pautar una recomposición salarial que no supere el 25% anual con amenazas de despidos en el sector privado. En la administración pública se ha echado a 25.000 trabajadores, acusados de ser militantes rentados del kirchnerismo, lo que es rechazado por los gremios.

“Somos críticos y hemos señalado como un ataque del gobierno a los derechos de los trabajadores el despido de 25.000 trabajadores del sector público. Hemos pedido paritarias sin techo, pero el gobierno pretende ponerle límites”, apuntó Yasky.

¿Por qué cree que Macri lo excluyó de la cumbre sindical? – le preguntó EL TELÉGRAFO.

“Todas estas manifestaciones  públicas (críticas) significan un posicionamiento de la CTA, que seguramente habrá influido para que la reunión tuviera exclusiones. Es nuestro caso y de la otra CTA (liderada por Pablo Micheli, crítico del kirchnerismo y del actual gobierno). Se trata de una reunión de carácter amistoso entre sectores heterogéneos donde hay referentes sindicales que pretenden alinearse” con el ejecutivo.

¿Cuál será la postura de la CTA en relación al paro nacional convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) para el 24 de febrero?

Vamos a apoyar esta medida. Tenemos convocado un plenario para tratar este tema.

¿Los argentinos están viviendo un regreso a los 90?

Este es un gobierno que por su composición, con más de 100 CEOS de multinacionales vinculadas a la actividad bancaria, financiera y a la exportación de granos, tiene una clara connotación neoliberal. Es un gobierno que además ha expresado voluntad de alinearse rápidamente dentro del encuadramiento del Fondo Monetario Internacional (FMI). Y pretende resolver el conflicto con los ‘fondos buitres’ acatando el mandato del juez (neoyorquino Thomas) Griesa (que ordenó pagarle a los holdouts $ 9.000 millones). Claramente es una política del viejo modelo neoliberal.

¿Cómo vislumbra el futuro de los trabajadores argentinos?

Los trabajadores vamos a ser el sector de la sociedad que vamos a tener las mayores pérdidas y penurias porque en este tipo de políticas (...) los trabajadores llevaremos la peor parte y también los pequeños y medianos empresarios. (I)