Los progubernamentales contrarrestan a opositores

Miles de personas en numerosas ciudades salieron a las calles para apoyar al régimen de la República Islámica de Irán y así contrarrestar las protestas en las calles contra las políticas económicas del gobierno que la última semana registraron 1.000 detenidos y 21 fallecidos.

“¡Muerte a EE.UU., muerte a Israel”, gritaban en la convocatoria, que fue transmitida en directo por los medios estatales.

De acuerdo con los periodistas Erin Cunningham y Brian Murphyel del diario The Washington Post, los mítines querían enviar mensajes duales: “Sirvió como otra advertencia de que las autoridades podrían retroceder más enérgicamente contra más protestas antigubernamentales. Y también fue un claro intento de los líderes de Irán de proyectar un frente unificado para el público internacional”.

Tras la protesta progubernamental, el jefe de la poderosa Guardia Revolucionaria de Irán, el general de división Mohammad Ali Jafari, declaró que la “sedición” fue sofocada. Sin embargo, la semana de agitación antigubernamental puso de relieve las fisuras económicas y sociales en Irán que plantean grandes desafíos para los clérigos gobernantes y sus defensores.

Por su parte, el presidente de Irán, Hasan Rouhaní, reconoció el pasado domingo que “la crítica del pueblo no es solo a la economía” y agregó que el Gobierno “quiere que en este país, los jóvenes, las mujeres, los hombres, los universitarios y los campesinos sean felices”.

Estas agitaciones antigubernamentales son las más importantes desde el movimiento de 2009 contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad. Para frenarlas, las autoridades decidieron bloquear las aplicaciones Telegram e Instagram que los manifestantes usan para organizar las convocatorias.

Las prioridades de los jóvenes
Muchos jóvenes iraníes, entre los más educados y conocedores de la tecnología en la región, siguen frustrados por las promesas en gran medida incumplidas del presidente reformista Hasan Rouhaní de mayor apertura política y contactos más amplios con Occidente.

Cunningham y Murphyel, reporteros del diario The Post, destacaron que también otros se quejan de que una de las naciones más ricas en energía del mundo sigue   agobiada por el alto desempleo, la inflación y una economía aún en gran parte dirigida por el establishment gobernante.

Las preguntas sobre el estancamiento económico se hicieron más fuertes entre muchos iraníes después del acuerdo nuclear con las potencias mundiales que levantó las sanciones internacionales a cambio de restricciones al programa nuclear de Irán. El pacto histórico abrió el camino para importantes acuerdos con los fabricantes de automóviles europeos y otros, pero los beneficios no se visibilizan.

Trump promete apoyo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ayer que Estados Unidos apoyará al pueblo iraní “cuando llegue el momento”, sin dar mayores precisiones sobre esta fórmula enigmática.

Una fuente anónima del gobierno de Trump indicó ayer que la Casa Blanca analiza la posibilidad de adoptar sanciones contra elementos clave del Gobierno de Irán.

 Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su “pesar” por el número de muertos en las protestas, y llamó a la república islámica a respetar los derechos de los manifestantes pacíficos. (I)

Los muyahidines opositores al Gobierno iraní
La Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI, por sus siglas en inglés), establecido en Francia, está formada por acérrimos opositores al Gobierno iraní y el presidente Hasan Rouhaní los considera un “grupo terrorista”, implicado, según él, en las recientes protestas en el país.

Pero, ¿quiénes son? La organización fue creada en 1965 con el objetivo de derrocar al régimen del sha, Mohammad Reza Pahleví, y más tarde al régimen islámico.

Tras un breve período de legalidad, en 1979, la PMOI fue declarada ilegal en 1981.

Expulsados de Irán, los miembros de la organización encontraron refugio en varios países, sobre todo en Francia, donde se instalaron en la localidad de Auvers-sur-Oise, cerca de París, con su jefe Masud Radjavi, que creó entonces el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI).

Más tarde los muyahidines se implantan en Irak, entonces en guerra con Irán, y luchan junto a Sadam Husein, lo que los llevó a ser calificados de “traidores” por el poder iraní. Cuando terminó la guerra Irán-Irak (1980-88), el grupo lanzó una ofensiva militar contra Irán y tomó el control de varias ciudades fronterizas. Pero la ofensiva fue aplastada por las fuerzas armadas iraníes. (I)