Los pactos de izquierda arrebatan al PP 7 regiones autonómicas

España comenzó a guardar la bandera azul celeste, el color del conservador PP que ha presidido el mapa político del país, los últimos 4 años. La defensa de una austeridad plagada de recortes a los más desfavorecidos, los escándalos de corrupción y la escasa mejora económica percibida por la ciudadanía pese a los esperanzadores indicadores financieros, han terminado desgastando el estandarte azulado del partido gobernante hasta una palidez casi fúnebre. De los 13 nuevos gobiernos autonómicos elegidos el pasado 24 de mayo, el PP de Mariano Rajoy solo dirigirá 4 regiones, 9 menos de los que tenía en 2011.  

Un duro contratiempo para el partido que, pese a todo, continuó siendo el más votado en España. Lo que no esperaban los populares fue la animadversión mostrada por el resto de formaciones a pactar con ellos, salvo los emergentes Ciudadanos de Albert Rivera. Son los casos de los gobiernos de la Comunidad de Madrid, La Rioja, Castilla-León y Murcia. También Galicia se mantiene bajo el control de la derecha durante el año que queda para la celebración de sus comicios regionales.

La pérdida de poder resultó tan dolorosa en el PP que el Ejecutivo de Rajoy ya planteó la reforma de la ley electoral para que gobierne la lista más votada en las urnas y evitar lo que denominan “pactos de perdedores”. Para la derecha, el apoyo que se han dado PSOE, Izquierda Unida, Podemos y los partidos nacionalistas en comunidades como Navarra, Valencia, Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias, Aragón y Cantabria donde el PP fue el partido más votado, “son un fraude a la voluntad popular”, en palabras de su vocero en el Congreso, Rafael Hernando. La esperada respuesta del resto de formaciones a la propuesta de reforma electoral ha sido negativa “por oportunista y rupturista con las reglas del juego”.

Los partidos, incluido Ciudadanos, coinciden al considerar que el gobierno de Rajoy ha entrado “en modo pánico” ante la posibilidad real de que en noviembre el PP pierda las elecciones generales y, con ellas, el control del Palacio de la Moncloa.

Junto a este revés reaparecieron las viejas preocupaciones territoriales que arrastra el PP con Cataluña y el País Vasco, a la que ahora se une también Navarra, una región con profundas raíces vascas pero separada administrativamente de Euskadi desde 1978. Rica económicamente y convertida en el bastión del Opus Dei en España, hasta ahora había sido inaccesible al triunfo de los independentistas pro vascos. Desde el miércoles gobierna una coalición de partidos favorables a un pacto con la vecina comunidad que, al igual que en Cataluña, muestra deseos de ruptura con el resto de España.

Rajoy anunció el martes que mantendrá “los mínimos contactos posibles” con el nuevo Ejecutivo navarro y que “vigilará” cualquier movimiento de aproximación a Euskadi para evitarlo.

El presidente del gobierno calificó de “grave error” que la nueva responsable de la policía regional proceda de Bildu, el partido de la izquierda abertzale que defiende las ideas políticas de ETA desde que la banda terrorista anunció su rechazo a la lucha armada.

Se trata de un nuevo desafío para el PP, un ardoroso guerrero en defensa de la inviolabilidad territorial de España. En el caso catalán, que el 27 de septiembre celebrará unas elecciones autonómicas que el ejecutivo ha reconvertido en un plebiscito identitario.

El gobierno de Rajoy dejó entrever ayer la posibilidad de suspender la autonomía para evitar una posible declaración de independencia. (I)

Pablo Iglesias, elegido candidato a la Moncloa

Pablo Iglesias fue elegido candidato de Podemos a la Presidencia del Gobierno español para las próximas elecciones generales, con el 93,89% de los votos de los participantes en las primarias celebradas por el partido para configurar sus candidaturas, anunció el presidente del Comité Electoral y secretario general en Aragón, Pablo Echenique.

El líder de Podemos obtuvo 48.494 de los más de 60.000 votos emitidos en el proceso de primarias, aunque la participación total en las primarias no llegó al 16% de los más de 380.000 inscritos en el partido.

El político enfrentaba esta elección sin rivales de peso pese a las críticas internas que han generado las primarias diseñadas por la ‘cúpula’ de Podemos para la confección de las listas electorales.

“No habido sorpresas, ha sido elegido el mismo que nos ilusionó a todos desde hace un año y medio y ha liderado este proyecto desde el comienzo”, anunció Echenique, que sostuvo que pese a las críticas internas, a las que él mismo se sumó, el sistema de primarias de Podemos es “el más democrático” de todos los partidos.

Podemos también tiene ya el orden en que han quedado el resto de candidatos para integrar las listas al Congreso de los Diputados. Iñigo Errejón encabeza a ese grupo de personas, seguido de Carolina Bescansa, Irene Montero, Rafael Mayoral y Sergio Pascual. Todos ellos forman parte de la dirección de la formación morada.

La formación también anunció un acuerdo con Iniciativa per Catalunya (ICV) y Procés Constituent para concurrir juntos a las elecciones. La decisión se está sometiendo a consulta entre los simpatizantes inscritos y hoy se dará a conocer el resultado. (I)