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"Los migrantes estamos comprometidos con el cambio político en España"

"Los migrantes estamos comprometidos con el cambio político en España"
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Con 23 años recién cumplidos, René Manzaba es un diamante político con enorme proyección. Nacido en Guayaquil y estudiante de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, muestra un grado de madurez en su discurso que más de uno quisiera para sí. Concejal de Podemos en el municipio madrileño de Collado Villalva, una de las ciudades más representativas de la comunidad con sus casi 63.000 habitantes, recorre a estas horas la geografía española participando en conferencias y encuentros públicos que la coalición de izquierda realiza con migrantes residentes en este país. Ahora, de camino a Barcelona, René habla de Ecuador con el dulce acento guayaco, pero cuando se le pregunta por la situación de España, responde con la precisión de un relojero experimentado.        

¿Cómo está viviendo el colectivo de migrantes estas elecciones generales?

Con una gran implicación. Si algo nos mostró la crisis, y que no podemos olvidar como afectados y víctimas directas de la estafa hipotecaria, es que si no participamos en la toma de decisiones, otros las tomarán por nosotros. Entiendo que vivimos una ocasión única que no podemos dejar pasar. Los migrantes hemos asumido, ya que no existen razones para mantenernos en segundo plano porque percibimos la política como una tarea colectiva. Ahora, que cada uno elija la opción que considere que mejor le representa y que se lance a la calle para hacer una política activa.

¿Cómo definiría el actual escenario político en España?

Entiendo que existe una lucha entre dos principales modelos. Uno cuenta con el apoyo de tres partidos -el Partido Popular (PP), el Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos- que defienden básicamente que las cosas se mantengan tal y como están, aunque realizando un pequeño lavado de cara entre sus dirigentes, pero sin variar nada de las políticas que provocaron la profunda crisis estructural que hoy padecemos. En el otro lado está Unidos Podemos, que defiende cambiar todas las situaciones que han empobrecido a la mayoría social española.

Las últimas encuestas indican que la distancia entre el PP y Unidos Podemos se estrecha, mientras que el PSOE pierde fuelle y Ciudadanos queda estancado en cuarta posición. ¿Considera que aún tienen tiempo para la victoria?

El optimismo de la gente es lo que nos está dando el impulso que nos quitan unas encuestas que, por otro lado, no son más que una radiografía más o menos borrosa de la realidad, pero que no dan el triunfo. Lo importante de verdad es la marea de optimismo contagioso que la gente está difundiendo para convencer a sus vecinos, a sus amigos o a sus compañeros de que el momento del cambio ha llegado y que hay que comprometerse.

¿Ha sido prematura la coalición entre Unidad Popular y Podemos?

En primer lugar, es importante remarcar que estas elecciones son una segunda vuelta de los comicios que se celebraron el pasado 20 diciembre y que, lamentablemente, podían haberse evitado si el PSOE hubiera aceptado conformar un gobierno progresista. Por suerte, hemos tenido la oportunidad de que los dos partidos que defienden un cambio para una mayoría social concurran coaligados. Sin embargo, seguimos siendo dos organizaciones diferenciadas, con estructuras orgánicas distintas. Después de las elecciones tendremos que ponernos de acuerdo sobre cuál de los dos modelos es el mejor para acometer las reformas que este país necesita. Hemos ganado fuerza política, pero nos queda decidir cómo abordaremos el futuro.

Pero esta coalición no es un invento. Ya existen fórmulas similares que funcionan con éxito en ciudades como Madrid y Barcelona

Efectivamente. En el caso de Madrid hubo una confluencia para que Manuela Carmena pudiera enfrentarse con garantías de arrebatar la alcaldía al Partido Popular de Esperanza Aguirre. Ahora, al igual que en aquella ocasión, hemos visto que era necesario extender esa colaboración a la política general y ganar el gobierno al PP.

En el caso de ganar el 26 de junio, ¿cree que se aceptará deportivamente una victoria de Unidos Podemos?

No será sencillo, pero hay suficientes herramientas democráticas para proteger a la opción ganadora. Hoy precisamente hemos conocido la sentencia contra una denuncia del Partido Popular que intentaba impedir la creación de una comisión de investigación sobre la deuda pública del Ayuntamiento de Madrid. Sospechamos que este comportamiento de recurrir normas e iniciativas populares a nivel local no diferirá mucho del que adoptará a escala nacional si Unidos Podemos gana las elecciones.

¿Destapar la corrupción será el primero de sus objetivos?

Sí, por respeto a la ciudadanía. Estamos obligados a investigar a dónde ha ido todo el dinero perdido que dio origen a las privatizaciones de los servicios públicos, a los recortes en la sanidad y educación y un sinfín de cargas sobre las clases más desfavorecidas del país. A pesar de las intenciones que pueda haber de poner palos en las ruedas a la formación de un posible gobierno de cambio, las leyes nos amparan y no creo que nos amedrentemos ante estas actitudes.

¿Considera que hay una campaña del miedo contra Unidos Podemos?

Lo que más me sorprende de este tipo de argumentos es que no perciben que la gente sabe que no ha sido Unidos Podemos el que les ha quitado la casa, sino los bancos, ni el que ha favorecido el despido laboral sin motivos objetivos y con indemnizaciones menores. La mayoría social española sabe que fueron los gobiernos de Rajoy con las leyes aprobadas en los últimos años. Por mucho que algunos agiten la bandera del miedo, Unidos Podemos no ha sido el causante de la mayor crisis de las últimas décadas.

Todo indica que si quieren gobernar deberán pactar con el PSOE. ¿Ve posible un acuerdo?

En el Partido Socialista conviven dos sentimientos muy distintos. Por un lado, están aquellos que reclaman un cambio profundo en España porque no quieren continuar por esa senda de recortes, de crisis y de austeridad. Pero en el otro lado se encuentra la dirección del partido que debe muchos favores a los poderes económicos. Los más destacados son, sin duda, las puertas giratorias para que varios ministros socialistas acabaran en los consejos de administración de grandes empresas del Ibex 35 y la deuda millonaria que tiene contraída con entidades bancarias.

¿Considera que el PSOE corre el riesgo de sufrir una escisión?

Me preocupa más que la decisión de no unirse a un proyecto progresista pueda romper socialmente al país. España no aguantaría otros cuatro años de recortes, de austeridad y de precariedad laboral. (I)

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