Los kurdos aún luchan por liberar del EI a 222 pueblos en Kobane

Después de 4 meses de que el Estados Islámico (EI) se apoderó de varias regiones de Kobane, 128 de los 350 pueblos, ha retomado en las últimas 2 semanas a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (la milicia kurdo-siria, YPG), precisó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Los combatientes kurdos con el apoyo de los rebeldes sirios y los bombardeos de la coalición internacional anti-EI arrebataron al grupo  el control de más de un tercio de los pueblos que rodean Kobane, después de que el 26 de enero  expulsaron a los yihadistas de esta ciudad fronteriza con Turquía, indicó la   Organización No Gubernamental (ONG).

Los extremistas “se han retirado de los pueblos al este y al sur de Kobane sin oponer apenas resistencia, pero han luchado con ferocidad para preservar las ciudades del oeste”, explicó Rahman.

Esto se debe a que “el EI quiere proteger las zonas que controla en la provincia de Alepo. Pero los kurdos avanzan”, continuó.
En los últimos días la fuerza internacional, liderada por Estados Unidos, ha continuado atacando desde el aire las posiciones del EI en los alrededores de Kobane, mientras las tropas de la YPG, apoyadas por los rebeldes del Ejército Sirio Libre, mantienen los combates sobre el terreno.   

El gran triunfo de las mujeres

Un análisis de europapress.es señala que tras 133 días de asedio en Kobane la atención internacional se volvió a centrar en la guerra de Siria por varios motivos: el principal es el interés humano y se ha vuelto a poner de manifiesto la problemática situación internacional de los kurdos, en especial su tensa relación con Turquía. Sin ir más lejos, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha sido el otro gran derrotado de este conflicto al fracasar en su intento de aislar a los kurdos por temor a un auge de los separatistas.

“De todos nuestros levantamientos, Kobane se ha convertido en nuestra más grandiosa victoria”, declaró a Reuters Serxwebun, herido en los combates, resaltando la importancia simbólica de Kobane, ciudad que arrebataron al Ejército sirio en 2012, durante la llamada Revolución Occidental, donde viven 4 millones de personas.

Desde entonces, los gobiernos locales han impuesto una legislación absolutamente revolucionaria en Siria por su aperturismo democrático y por espíritu igualitario.

El llamado Decreto Común de noviembre de 2014, en la región de Rojava, castiga la poligamia, otorga a las mujeres pleno derecho de herencia y les concede la potestad de rechazar el matrimonio sin su consentimiento. También establece una edad mínima para casarse y admite en sus cargos de Gobierno a cualquier tipo de etnia.