Láncara, el pueblo de Galicia (noroeste de España) de donde es originaria la familia de Fidel Castro, le realizó un homenaje. De aquel lugar, en 1905, partió Ángel Castro Argiz hacia Cuba, con la idea de buscar una mejor vida.

Ayer, 111 años después, los habitantes de la población gallega despidieron con rosas blancas a uno de los personajes más icónicos del siglo XX, Fidel, quien murió la noche del viernes pasado en La Habana.

En una modesta ceremonia frente a la abandonada casa de piedra en donde nació en 1875 Castro Argiz, una veintena de vecinos se dio cita para darle el adiós al líder cubano.

“Honramos desde aquí la memoria del hijo adoptivo de Láncara, Fidel Castro Ruz, y nos unimos en el sentimiento de su familia y el pueblo cubano por su pérdida”, leyó una lancaresa en una breve declaración, junto con la corona de rosas blancas depositada en la fachada de la deteriorada casa, visitada por el Comandante en julio de 1992.

El frío y la niebla de la mañana gallega no amedrentaron a Manuela, de 103 años, prima de Fidel, que no quiso perderse el homenaje. Desde su silla de ruedas, lanzaba besos al aire y agradecía a los vecinos y a los periodistas su presencia. “Nunca me he sentido tan querida”, dijo, sonriente.

“Para nosotros Fidel Castro no ha muerto, es un gallego más”, sentenció, tras la breve ceremonia, el alcalde socialista Darío Piñeiro. “Fidel se ha marchado, pero en nuestro corazón siempre quedará su recuerdo y el cariño que nos ha demostrado. Gracias a él somos conocidos a nivel internacional”.

Su antecesor, Eladio Capón, al frente del Ayuntamiento en 1992 cuando Fidel fue nombrado “hijo adoptivo” de Láncara, fue aún más enfático y firme: “Hasta siempre, Comandante”, comentó.

Entre tanto, los homenajes de intelectuales y políticos al fallecido líder continuaron ayer en el mundo.

El brasileño Frei Betto, figura de la Teología de la Liberación, señaló a la agencia Prensa Latina que “con Fidel (Castro) muere el último gran líder del siglo XX; el único que sobrevivió al éxito de su propia obra: la Revolución cubana”.

Autor del libro Fidel y la religión, el fraile dominico subrayó que el dirigente que condujo los destinos de su nación durante casi medio siglo deja un legado inestimable. “Yo creo que Fidel murió feliz, por la coherencia de su vida”.

Fidel Castro -agregó el teólogo- fue un hombre que, estemos o no de acuerdo con sus ideas y posiciones, convirtió a Cuba en una nación soberana, que ocupa un territorio pequeño, pero donde cualquier cosa que sucede concita la atención de todo el mundo.

Entre tanto, el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, calificó al desaparecido político como un paridor de sueños y manifestó su profundo dolor por su muerte.

El también presidente de la Asamblea General uruguaya apuntó que no seríamos lo que somos en América si no hubiera existido aquel grupo de libertarios soñadores que, “a bordo del yate Granma, y encabezados por Fidel, se atrevieron a soñar la soberanía de Cuba”.

Sendic será uno de los líderes mundiales que asistirá a los funerales de Fidel Castro esta semana. (I)

Los actos continuarán en el país

Los seguidores recordaron al líder en Quito

Ayer se realizaron algunos eventos en Quito para homenajear la memoria de Fidel Castro, el fallecido líder de la Revolución Cubana.

Decenas de simpatizantes de las ideas del carismático político cubano caminaron portando globos blancos desde el estadio olímpico Atahualpa hasta la Embajada cubana, gritando frases como “Fidel vive, la lucha sigue”, “Cuba sí, yanquis no” y “qué tiene Fidel, que el imperialismo no puede con él”.

Los participantes entregaron dos arreglos florales al embajador Rafael Dausá Céspedes. Además, la Embajada cubana abrió sus puertas para que las personas puedan escribir sus condolencias en libros ubicados en un altar creado con flores e imágenes de

Fidel Castro. También se activó una radio web para que expresen sus condolencias al pueblo cubano. “Fidel es del mundo, porque sus ideales fueron los de defender a la humanidad, luchar contra el imperialismo salvaje, ideales que cumplió hasta el último minuto de su vida”, dijo el embajador.  

En tanto, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) se congregó un grupo de personas para recordar al Comandante. Varios grupos musicales, como Son País, entonaron canciones alusivas a Castro.

Un arreglo floral y las banderas gigantes de Ecuador y Cuba decoraron el edificio matriz de la CCE.

Raúl Pérez, presidente de dicha institución, comentó que Fidel visitó la CCE en 2003. “Él nos dejó sus enseñanzas y nuestra obligación moral es seguir a esa antorcha luminosa que es su pensamiento. Más aún en este momento crítico del mundo, con un presidente electo en EE.UU., quien es una persona ineficiente”. (I)

REACCIONES DE LA PRENSA MUNDIAL