Londres buscó suavizar imagen de Thatcher

Los consejeros de prensa de Margaret Thatcher, primera ministra británica de 1979 a 1990, buscaron “suavizar” la imagen de la llamada “Dama de Hierro” en los medios durante los años 80, debido a que era vista cada vez más como una política “hostil, mandona y estridente”.

De acuerdo a documentos de archivos dados a conocer en Londres, el principal secretario de prensa de Thatcher, Bernard Ingham, escribió en 1985 un memorando secreto a la ex primera ministra británica, en el que detalló sus “valores naturales” como líder, pero también sus “puntos negativos”.

El informe de cinco páginas, publicado por el Archivo Nacional de Kew, indica que para su segundo mandato, la por entonces mandataria comenzó a ser vista cada vez más como una política “de tendencia mandona, voz estridente y muy hostil”.

Ingham buscaba que Thatcher mostrara un costado público más “compasivo” y “cálido”, previo al inicio ese año del Congreso Anual del Partido Conservador en Blackpool, en el norte de Inglaterra.

Sin embargo, dicho documento no logró convencer a la “Dama de Hierro”, quien evitó utilizar palabras como “compasión” o “solidaridad” en sus ponencias políticas posteriores.

Thatcher también fue muy criticada por haber autorizado el hundimiento del buque argentino General Belgrano durante la Guerra de Malvinas (1982), en el que murieron 323 marinos argentinos, prácticamente la mitad de las bajas de ese país en todo el conflicto.

El hecho generó mucha polémica, al haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el gobierno británico alrededor de las islas. Fue el único caso de un barco hundido en guerra por un submarino nuclear.

Ingham detalló los puntos negativos de Thatcher, indicando que el gobierno conservador de la época debería bajar los altos niveles de desempleo en el país, de casi 12%.

“Usted es percibida como una persona insensible, que no le importa la gente, especialmente por sus políticas de ajuste. También es percibida como mandona, estridente, con una personalidad dictadora”, continuó.

A pesar de las críticas, Ingham sostiene que es difícil para una mujer mantenerse en un mundo político dominado por hombres.

Thatcher optó por no tomar en cuenta los consejos de su secretario de prensa, y dio un discurso en el Congreso Anual de los Tories en el que detalló sus planes de ajustes.

Los documentos pasaron ahora a los Archivos de Margaret Thatcher, y al Churchill Archive Centre de Cambridge.

Los Archivos de Kew habían revelado en los últimos años muchos aspectos desconocidos del gobierno de Thatcher, incluido que autorizó el envío de más de 50 millones de dólares para que Irak comprara armas de destrucción masiva antes de comenzar la Guerra del Golfo en 1991. Esto a compañías de armas que suplían a Saddam Hussein de arsenales en la década de 1980.

La información confidencial de Whitehall fue escondida durante años para encubrir a la expremier.

En los documentos secretos se identificaron contrataciones con empresas de armas para suplir a Irak de arsenales, además de una lista detallada de bancos internacionales que se beneficiaron con la transacción.

Thatcher también autorizó el envío de dinero por más de 30 millones de dólares a la compañía constructora John Laing y a la empresa Tripod, para que construyeran un complejo de entrenamiento para pilotos iraquíes de guerra. (I)