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Netanyahu es calificado de racista en comicios

La Unión Sionista y el Likud batallan por gobernar Israel (Infografía)

La Unión Sionista y el Likud batallan por gobernar Israel (Infografía)
18 de marzo de 2015 - 00:00 - AFP y Agencias

Desde el amanecer de ayer, martes, los centros de votación de Israel estaban rodeados de militantes de los partidos que hacían campaña hasta en la misma jornada electoral, convertida en un plebiscito sobre la continuidad del primer ministro conservador, Benjamín Netanyahu.

Los cerca de 6 millones de electores convocados a estas legislativas anticipadas decidirán sobre si revalidan en un cuarto mandato al líder del Likud o se inclinan por la alternancia en el poder, encarnada por el laborista Isaac Herzog de la Unión Sionista, que puede convertirse en el primer gobernante de su partido tras 14 años de hegemonía de la centroderecha.

Más de 10.000 centros de votación ubicados en escuelas, hospitales y cárceles fueron habilitados para elegir a los 120 diputados de la cámara. Los israelíes empezarán así a hacerse una idea precisa de la configuración de su 20° Kneset (Parlamento israelí), pero podrían tardar semanas en conocer el nombre del nuevo jefe de gobierno.

Hasta las 16:00, la tasa de participación oficial era de 45,4%, en lugar de los 48,0% de 2013. Según un polémico comentario de Netanyahu, muchos de esos votantes son árabes. “El ala derecha del Gobierno está en peligro. Los votantes árabes están acudiendo en manada a las urnas. Organizaciones de izquierdas los están transportando”, señaló el primer ministro israelí en un video colgado en su página de Facebook, que la oposición ha calificado de “racista”, citó El País.

Sus rivales de la Unión Sionista, la alianza del laborista Herzog y la exministra centrista Tzipi Livni, le aventajan en los últimos sondeos con 25 escaños.

Livni renunció el lunes a turnarse con Herzog al frente de un eventual gobierno. El gesto fue interpretado como un mensaje para que los partidos ultraortodoxos judíos se sumen a una coalición de centroizquierda tras los comicios. Ella, quien fue jefa negociadora de Israel en las conversaciones de paz con los palestinos, es poco popular entre los electores de derecha y estuvo ausente en las campañas electorales.

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