La UE concluye cumbre con respaldo a la oposición en Siria

Los Jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE) cerraron este viernes su cumbre de dos días en Bruselas (Bélgica) con el respaldo a la oposición Siria, al tiempo que expresaron su preocupación por el rápido deterioro de la situación en ese país.

"Hay una necesidad de apoyar a las fuerzas de la oposición (en Siria) de la manera más eficaz", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en la conferencia de prensa final.

Los ministros de Exteriores del bloque serán los encargados de explorar "todas las opciones" para ayudar a la oposición en su lucha contra el régimen de Bashar al Asad, y "para permitir un mayor apoyo a la protección de los civiles", según recoge el documento de conclusiones.

La canciller alemana, Angela Merkel, explicó que esto abre la puerta a discutir opciones como relajar el embargo de armas impuesto al país árabe para proveer con equipos a los rebeldes, asunto que sin embargo no fue discutido por lo líderes.

Los Veintisiete también acordaron preparar a lo largo de 2013 propuestas para reforzar su política común de defensa y reactivar la industria militar en el continente.

"En el cambiante mundo actual, la UE está llamada a asumir mayores responsabilidades en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional", dice la declaración.

Entre los objetivos consta primero aumentar su "efectividad, visibilidad e impacto" mejorando la capacidad para desplegar misiones rápidamente y reforzando el trabajo en la prevención de conflictos.

El segundo, desarrollar mejores capacidades militares, especialmente a través de proyectos de cooperación entre los países, que deben permitir afrontar iniciativas ambiciosas y a la vez ahorrar dinero.

El tercer pilar de la estrategia identificada por los Veintisiete pasa por reforzar la industria de Defensa europea con un mejor mercado interior y una base tecnológica más innovadora.

Además de los asuntos relacionados con la política exterior y de defensa, los países de la UE centraron sus reuniones en el diseño de la nueva arquitectura económica europea y en las maneras de profundizar la unión económica y monetaria, así como sobre el crecimiento, la competitividad y el empleo.