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La nueva tecnología demanda una inversión de $ 16 millones
La Policía de Londres equipará a sus agentes con 20.000 cámaras corporales
La Policía de Londres será obligada a llevar cámaras corporales a partir del próximo año para evitar abusos y discriminación racial durante los operativos de detención y palpado de sospechosos, una medida criticada por organizaciones que defienden las libertades civiles de los ciudadanos.
El alcalde londinense, el conservador Boris Johnson, dio a conocer el plan por el cual serán destinadas 20.000 cámaras corporales a los policías de la capital británica. En caso de ser efectiva, la medida sería ampliada a otras dependencias policiales de Inglaterra y Gales.
A diferencia de las cámaras posicionadas en la parte frontal del móvil policial, las cámaras en cascos y lentes irán donde sea que vaya el agente y grabará lo que ellos observen. El objetivo de la iniciativa, de acuerdo al anuncio de Johnson, es “ayudar a combatir el delito” y mejorar los niveles de confianza pública en la Policía.
El alcalde de Londres confirmó además que todos los uniformados de la capital, tanto los policías comunitarios como aquellos que combaten el delito, serán equipados con la nueva tecnología a partir de marzo de 2016.
“Es una tecnología importante que ayudará a mejorar los niveles de confianza en la Policía, ayudará a los efectivos a hacer su trabajo y permitirá que ellos sean más controlados. Se trata de una medida sin precedentes en el mundo y hará de la Policía de Londres la mejor equipada en el siglo XXI”, agregó.
La iniciativa, que fue apoyada abiertamente por el alto comisionado para Scotland Yard, Sir Bernard Hogan Howe, fue impulsada tras un plan piloto con más de 550 cámaras corporales que debieron llevar policías armados en 10 barrios de Londres durante varios meses. Ese plan piloto demostró que las cámaras daban más seguridad a los ciudadanos por el comportamiento de los agentes.
Scotland Yard considera que la nueva tecnología de avanzada, a un costo total de 10 millones de libras esterlinas (unos $ 16 millones), ayudará a mejorar los niveles de confianza de la población en la Policía, especialmente entre miembros de las comunidades inmigrantes y afro-caribeñas, que según los sondeos tienen más chances de ser detenidos y palpados que los ciudadanos blancos británicos.
Fueron justamente esas prácticas policiales abusivas y discriminatorias que llevaron a la muerte del inglés Mark Duggan en abril de 2011, hecho que posteriormente desató los incidentes de violencia más graves en Londres en décadas.
Duggan, un joven de 29 años, padre de 4 hijos y de raza negra, fue asesinado por la Policía Metropolitana durante un tiroteo en el barrio de Tottenham, en el norte de la capital. Más tarde se conoció que el hombre era inocente y había sido erróneamente detenido, solo por su color de piel.
Posteriormente se registraron ataques contra la policía, a la vez que muchos locales comerciales fueron saqueados y algunos edificios incendiados. Al menos 35 policías resultaron heridos.
Desde entonces, los niveles de confianza de los británicos en la Policía de Londres decayó notablemente, mermando a niveles no registrados desde los años 70.
Según la Alcaldía de Londres, la evidencia del plan piloto demostró que además de mejorar la transparencia y reducir las quejas por abusos, los agentes con cámaras corporales “fueron menos abusados”.
Además, la evidencia capturada por las cámaras podrá ser utilizada en las cortes para obtenerse más procesamientos, especialmente en casos de violencia doméstica o delitos menores.
Las cámaras podrían entonces ayudar a acelerar los procesos judiciales en Gran Bretaña, incrementando el número de declaraciones de culpabilidad tempranas.
Sin embargo, varios grupos que hacen campaña por la defensa de las libertades civiles, incluidos Liberty y Big Brother Watch, indicaron que la medida pondrá a toda la sociedad “bajo sospecha”.
Emma Carr, vicedirectora del grupo Big Brother Watch, dijo que el uso de cámaras corporales por parte de la Policía “podría amenazar la confianza entre la Policía y los ciudadanos”. “Es poco claro por qué la Policía necesita de este tipo de equipos. Las fuerzas de seguridad deberían concentrar sus esfuerzos en acercarse a las comunidades locales para resolver temas como el comportamiento antisocial, en lugar de recurrir a tácticas de vigilancia escondidas”, agregó la experta.
El mes pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos también anunció que destinará $ 20 millones a un programa piloto para que los policías del país lleven cámaras adheridas al cuerpo, tras la polémica suscitada por la muerte en los últimos meses de varios afroamericanos a manos de agentes.
Las muertes en los últimos meses de varios afroamericanos a manos de policías blancos aumentaron la tensión racial en ese país y provocaron disturbios y protestas contra la brutalidad policial en varias ciudades estadounidenses. (I)