La paz estimulará el crecimiento de la economía colombiana en el 2%

El reciente anuncio de un acuerdo bilateral en el cese de hostilidades y del conflicto, y con la firma definitiva de la paz en el horizonte entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha reactivado el optimismo de los colombianos. La población estima que la economía mejorará.
De acuerdo a cálculos generales del Gobierno, el sector privado y centros académicos prevén un crecimiento de 0,3% en cada sector de la economía colombiana y de entre 1,5% y 2% adicional al crecimiento del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) previsto para el próximo año. Según estimaciones del Ejecutivo la paz se firmará en julio.
Los analistas internacionales también reconocen el aporte de la paz al desarrollo económico de Colombia. Para Richard Vietor, profesor de administración de empresas de Harvard Business School y experto en economía política global, en el caso colombiano, el presidente Santos es consciente de las dificultades que enfrenta el país y ha puesto en marcha políticas para mitigarlas. De lograrse este acuerdo, no solo se pondría fin a una lucha de 50 años sino que se generaría un impacto significativo en la productividad.

Los empresarios son conscientes, tanto de los retos como de las oportunidades de un eventual posconflicto en Colombia. Según Camilo Reyes, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo Americana -AmCham Colombia-, “nos estamos acercando afortunadamente a una paz que puede tener un enorme significado para los colombianos, para el sector empresarial, para las posibilidades de crecimiento, de mayor inversión, de mayor generación de progreso, riqueza y desarrollo en nuestro país a partir de la reducción y, ojalá, el fin de la violencia, el fin del derramamiento de sangre entre colombianos y el fin del sufrimiento que durante ya tantos años nos ha afectado”.

El gobierno ha apostado a la paz en sus conversaciones con el sector privado. Según el Primer Mandatario, numerosos países que han logrado el fin de sus conflictos armados han registrado beneficios económicos importantes. Sudáfrica comenzó a recibir 12 veces más inversión extranjera e incrementó sus exportaciones después de alcanzar el posconflicto. Perú se convirtió en un exportador destacado de productos agrícolas y Sierra Leona tuvo un crecimiento del 14% de su PIB.

Empresarios son optimistas

Santos ha destacado la importancia de la predisposición de los empresarios frente a las tareas y retos que traerá el posconflicto. Durante el seminario internacional ‘Nuevas formas de conquistar mercados’, el Presidente resaltó la importancia real y simbólica que tiene la incorporación laboral de guerrilleros desmovilizados. El gobernante tiene claro que liderar la paz requiere poder cambiar las actitudes, las formas de pensar; sustituir el odio por la reconciliación, poder enseñar a perdonar o, por lo menos, hacer el esfuerzo.

En el sector del turismo, una de las vetas inexplotadas de Colombia, hay bastante optimismo. Desde la Guajira hasta el Amazonas, los viajeros que recorran Colombia hallarán destinos con terrenos montañosos, valles, sabanas, desiertos y mares. Pero entre la memoria de sus pueblos indígenas, sus próceres o su biodiversidad privilegiada, hay muchas zonas que los visitantes extranjeros y viajantes nacionales no han podido recorrer por el impacto del conflicto armado. Por eso, el histórico anuncio de su fin constituye una oportunidad de recobrar esos lugares para el turismo y, con sus atracciones, proporcionar desarrollo y empleo.

Ese es el objetivo del programa ‘Seguro te va a encantar’, una iniciativa liderada entre el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y el del Posconflicto para rescatar la oferta turística de las regiones azotadas por el impacto de la guerra. La viceministra de Turismo, Sandra Howard, buscará destinos emergentes para capacitarlos e identificar sus potencialidades.

La funcionaria se apoyó en los datos de Migración Colombia, según los cuales, la mayoría de extranjeros que viajan por el territorio nacional con interés turístico prefiere destinos como Bogotá, 50,1%; Cartagena, 13,1%; Medellín, 11,9%; Cali, 7,1%; y San Andrés, 3,9%.

El programa turístico ya recorrió los departamentos de Boyacá, Santander, Cauca, Guajira y los Llanos Orientales. Son zonas que han padecido el conflicto, pero que hoy están dispuestas -aseguran sus autoridades locales- a construir un país en paz.

Ellos reconocen la importancia del turismo para dinamizar las regiones, disminuir la tasa de desempleo y acoger a los guerrilleros que regresen a la vida civil. Por eso se comprometen a trabajar en equipo y prestar servicios de calidad. El gobernador de Boyacá, Andrés Amaya, considera que Colombia es un lugar maravilloso y es el momento de recorrerlo sin miedo. “Vamos a construir juntos una paz sostenible”.

La alianza para este programa cuenta con el apoyo de ProColombia, Fontur, Propaís, Anato y Bancoldex. Ellos proveerán capital semilla para el turismo en tiempos de paz. Tienen una meta ambiciosa: convertir a este sector de la economía en el primer renglón que aporte al PIB.

De acuerdo con cifras del World Travel & Tourism Council, el aporte total del sector al PIB en 2015 fue de 6,1%, equivalente a $ 14.800 millones. En los últimos cinco años, la llegada de viajeros a Colombia creció 65%.

De otro lado, el mismo turismo internacional es por sí mismo un dinamizador de la economía. En los últimos 5 años, 160 nuevas sedes de hoteles internacionales se abrieron en el país, con la consecuente creación de 35.000 empleos, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). A Colombia se le abren las puertas con la paz.

Por eso los gremios empresariales han respaldados los esfuerzos del gobierno de Santos para entablar las negociaciones con las FARC. De esa manera se han desmarcado del expresidente Álvaro Uribe, quien se opone a la paz. (I)

17 militares mueren en  accidente aéreo

Diecisiete militares que viajaban en un helicóptero Mi-17 de fabricación rusa murieron cuando la aeronave se estrelló en una región montañosa del centro de Colombia, al parecer, por malas condiciones climatológicas.

El helicóptero se accidentó el domingo, cerca al municipio de Pensilvania, en el departamento de Caldas, en la Cordillera Central de los Andes colombianos, 180 kilómetros al noroeste de Bogotá.

Las primeras hipótesis -del Ejército colombiano- señalan que el accidente podría estar relacionado con mal tiempo en la zona.

El helicóptero que se estrelló se desplazaba entre la ciudad de Quibdó, la capital del selvático departamento del Chocó y la base militar de Tolemaida, en el centro del país.

El jefe de Estado, Juan Manuel Santos, lamentó el accidente y confirmó que en el interior de la aeronave iban 5 tripulantes y 12 integrantes de las fuerzas militares. Son cuatro oficiales (tres capitanes y un teniente) y 13 suboficiales y soldados.  

Se trata del peor accidente de aviación militar que se registra en Colombia en el último año después de que 16 policías murieron en agosto pasado cuando el helicóptero UH-60 Black Hawk de fabricación estadounidense se estrelló en una zona selvática del noroeste del país durante una operación contra el narcotráfico.

Las Fuerzas Armadas de Colombia cuentan con decenas de helicópteros Mi-17 y Black Hawk usados en la ofensiva contra la guerrilla izquierdista, las bandas criminales y el narcotráfico en medio de más de medio siglo de un conflicto interno que ha dejado más de 260.000 muertos. (I)