La pareja presidencial nicaragüense cuenta con el 69,8% de intención de votos

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llega como favorito y con su influyente esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, a las elecciones de mañana, con el 69,8% de apoyo, según una encuesta de la firma local M&R.

El exguerrillero izquierdista, de 70 años, actual presidente de la nación centroamericana, busca un tercer mandato sucesivo con su partido el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Aunque es atacado por fuerzas derechistas, tiene un respaldo sólido de la población más pobre por los programas sociales financiados por Venezuela, que suman $ 4.659,7 millones desde 2007.

No obstante, sus adversarios denuncian que socavó las instituciones al impulsar una reforma constitucional y así garantizar su continuidad en el poder, además de nominar como candidata a vicepresidenta a su esposa, Rosario Murillo, una de las figuras políticas más populares del gobierno.

Desde que Ortega retornó al poder en 2007 -después de gobernar desde 1979 hasta 1990-, comparte con Murillo la toma de decisiones, lo que la ha hecho merecedora del cargo de vicepresidenta,  dijo el propio mandatario durante el acto de inscripción de la fórmula ante el Consejo Supremo Electoral (CSE).

El poder de Murillo es ampliamente reconocido. ‘La compañera’, como la llaman sus subalternos, es además la única que da información oficial como portavoz del gobierno.

La intención de voto para Ortega supera el 70% en la región del Pacífico, la más poblada del país, y se reduce a 58% y 40% en el centro y parte del Caribe, por donde cruzará la ruta del canal interoceánico, escenario de numerosas protestas campesinas en contra de esa obra, reveló la encuesta.

Son seis los candidatos a la presidencia y vicepresidencia en la contienda del próximo domingo, en la que se elegirán también 90 diputados de la Asamblea

Nacional (AN) y  20 del Parlamento Centroamericano (Parlacen).

El rival más cercano de Ortega, el candidato por el opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Maximino Rodríguez, posee el 8% de intención de voto.

Uno de los enemigos más virulentos de la Revolución Sandinista es el llamado Frente Amplio por la Democracia (FAD), que advirtió que desconocerá el resultado de las elecciones.

La discordia entre las fuerzas gubernamentales y de derecha apareció cuando fueron destituidos en la Asamblea Nacional 28 diputados de oposición -16 fijos y 12 suplentes- por decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

El detonante ocurrió porque los parlamentarios del Partido Liberal Independiente (PLI) desestimaron el nombramiento de un nuevo líder en el Legislativo, Pedro Reyes, en lugar de Eduardo Montealegre.

Estados Unidos, que financió la subversión contra el sandinismo  hace más de 20 años, también reaccionó airado. En este contexto, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el proyecto de ley conocido como ‘Nica Act’, porque, supuestamente, el Gobierno reprime a la oposición y viola los derechos humanos.

Esta propuesta pretende que se prohíban los préstamos de Estados Unidos a Nicaragua, lo que representan unos $ 250 millones anualmente. Sin embargo, para que el proyecto ‘Nica Act’ sea ley debe ser aprobado por el Senado y promulgado por el presidente de Estados Unidos. En los comicios habrá observadores internacionales, están habilitados unos 4,34 millones de nicaragüenses. Aproximadamente 1.235 efectivos militares serán desplazados a sectores estratégicos del país para garantizar el normal desarrollo del proceso, según las autoridades. (I)