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El fin del sistema binominal puede afectar a este conglomerado político en futuras elecciones
La oposición chilena alcanza histórico rechazo de 78%
La oposición al gobierno de Michelle Bachelet vive un momento extremadamente complejo y de consecuencias insospechadas. La última encuesta Adimark le otorgó a la ‘Alianza’ apenas un 11% de aprobación y un 78% de rechazo, la peor evaluación ciudadana para la derecha chilena. Además, el nivel de identificación con este sector bajó un 8%, congregando apenas al 22% de los encuestados.
La Alianza, compuesta por la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) –que fueron gobierno con Sebastián Piñera entre 2010 y 2014- bajó nueve puntos respecto de la medición anterior. Todo, luego del caso Penta sobre el supuesto financiamiento ilegal de campañas políticas de la UDI, el mayor partido de la coalición de centroderecha.
“Nunca habíamos visto un rechazo de esta magnitud para un sector político”, indicó el director de Adimark, Roberto Méndez, quien afirmó que esta situación puede tener efectos en el futuro e incluso repercusiones a nivel de las próximas elecciones, tanto municipales (2016) como parlamentarias (2017). Esto se suma al hecho de que se acaba de aprobar el fin del sistema binominal, por lo que un mecanismo electoral más proporcional podría eventualmente afectar a este conglomerado político, que hasta ahora ha estado sobrerrepresentado en el Congreso.
Este análisis no difiere del que hacen desde la misma centroderecha, pese al discurso de unidad. De hecho, ya se perciben las primeras grietas, especialmente entre miembros de RN, que dijo estar pagando culpas de la UDI.
“Es evidente que el ‘pastelazo’ de Penta nos está pegando a todos, y eso que RN no tiene nada que ver en esto”, indicó el presidente de RN, el diputado Christian Monckeberg, reflejando el sentir de la mayoría de los miembros de su partido, quienes también han reclamado por la forma en que el sector ha enfrentado el caso Penta.
A partir de este escándalo, la derecha ha buscado reorganizarse, pero con medidas que, según miembros del propio sector, más parecen un mero maquillaje que una decisión real de cambiar el rumbo. Así por ejemplo, una de las acciones propuestas fue generar una confederación de partidos de centroderecha, entre los que estarían la UDI, RN, Evopoli y el Partido Regionalista Independiente (PRI). De la misma forma, se inició una campaña en las redes sociales para buscar un nombre a este nuevo referente, pero solo terminó generando una ola de burlas en internet.
Para algunos, la crisis podría acabarse solo si se aplican medidas ejemplares contra los parlamentarios implicados en el caso Penta. Por ello, no son pocas las voces que reclaman por conformar una coalición más inclusiva y con renovados valores de justicia social. Tanto analistas como políticos de oposición insisten en la urgencia de dar un golpe de timón, cambiando los liderazgos y restableciendo las confianzas, en especial cortando sus vínculos con el sector empresarial.
Esta caída solo viene a corroborar el mal momento que atraviesa la coalición de centroderecha, y que ya había sido graficado por las cifras entregadas anteriormente por el centro de estudios Plaza Pública-Cadem, según el cual la UDI redujo su apoyo desde un 27% a un 16% durante el último trimestre.
Como “una baja al subterráneo” calificó el vocero de Gobierno, José Antonio Gómez, la situación de la Alianza. Además, lamentó el actual escenario del país, donde el desprestigio de la clase política crece a pasos agigantados. Si bien la debacle está instalada en la derecha, los números en el oficialismo tampoco son los mejores, aunque sí muestran un repunte. De todos modos, está por verse cómo afecta al gobierno el escándalo protagonizado por Sebastián Dávalos, el hijo de Michelle Bachelet, que debió renunciar a su puesto de asesor sociocultural de la Presidencia por supuesto tráfico de influencias en un millonario negocio que realizó junto a su esposa.
El repunte del gobierno
Según la encuesta de Adimark, la imagen de la presidenta Bachelet revirtió la tendencia a la baja de los últimos meses subiendo cuatro puntos, para situarse en un 44% de apoyo, mientras que su desaprobación bajó hasta un 49%.
El Gobierno aumentó también el respaldo ciudadano, quedando en 41%, tres puntos más que en las muestras de noviembre y diciembre. A nivel de colación, la oficialista Nueva Mayoría redujo su rechazo, alcanzando un 35% de apoyo y un 54% de desaprobación.
Este repunte se debería a los logros en materia legislativa por parte de las iniciativas del Ejecutivo, especialmente por la aprobación de la reforma al sistema electoral binominal, el acuerdo de unión civil y la reforma educacional, sumado a la mejora en la percepción de la economía y del empleo.