La ONU investiga posible violación del cese del fuego

La Misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Colombia informó ayer que ya investiga los hechos del martes en que murieron dos guerrilleros de las FARC a manos del Ejército en el norteño departamento de Bolívar para determinar si se trató de una violación al cese bilateral del fuego entre las partes.

“Estamos evaluando lo sucedido y las circunstancias que rodearon ese hecho y al concluir la investigación vamos a emitir las recomendaciones necesarias para evitar que estos incidentes se repitan”, dijo a periodistas el jefe de gabinete de la ONU en Colombia, Raúl Rosende.

La misión, en la que tienen representación el gobierno y las FARC, también investigará la situación de un tercer guerrillero que salió ileso del incidente y que, según el Ejército, proporcionó información que revela que los insurgentes extorsionaban a mineros, comerciantes y ganaderos de la zona donde ocurrieron los hechos.

El comandante de las FARC, Carlos Antonio Lozada, que es el enlace con el gobierno para la logística de la desmovilización guerrillera, viajó el jueves de un campamento del sur del país a Bogotá para sostener reuniones con representantes oficiales a fin de aclarar lo ocurrido en el departamento de Bolívar.

“Estamos exigiendo que se haga un peritaje forense (a los cadáveres de los dos guerrilleros fallecidos, un hombre y una mujer) para determinar si hubo combate o no y en qué circunstancias se produjo la muerte”, señaló en una declaración divulgada por las FARC.

De acuerdo con Lozada, esa guerrilla tiene una versión distinta de la que difundió el miércoles el Ejército sobre la muerte de los dos insurgentes.

Según el comandante en jefe del Ejército, general Alberto José Mejía, los guerrilleros se encontraban armados, a una distancia de 68 kilómetros de la zona de preconcentración donde están ubicados los integrantes del Frente 37 de las FARC y realizaban labores delictivas, por lo cual se realizó un operativo en su contra.

Mejía dijo ayer que incluso la información y un cuaderno de apuntes que entregó el rebelde sobreviviente demuestran que hay una coordinación entre las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla de Colombia, aun en pie de guerra, para realizar actividades ilícitas de manera coordinada en esa zona.

Señaló que en el cuaderno "se encuentra en este material que tienen códigos de comunicación entre las FARC y el ELN, esto nos hace entender que hay una coordinación para delinquir, para extorsionar, una especie de división del trabajo criminal en estos sitios”. Ese material, dijo, ya fue entregado a la Fiscalía y a la misión de la ONU.

Las FARC negaron las afirmaciones de Mejía y señalaron que los guerrilleros dados de baja se desplazaban hacia la zona de preconcentración ubicada en el sur del departamento de Bolívar.

En medio de las diferentes versiones sobre el hecho, el gobierno y las FARC coincidieron en la necesidad de refrendar de manera rápida el nuevo acuerdo de paz que alcanzaron el pasado sábado ya que, entre más se demore, más riesgos habrá de que ocurran situaciones de este tipo.

El comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, aseguró hay una “situación inestable” en el terreno y “tenemos que preservar las vidas humanas”.

“No es lo mismo el preagrupamiento que tener unas zonas con unas coordenadas precisas, con un mecanismo de monitoreo y verificación tripartito al lado, y con una logística organizada”, agregó.

El representante de las FARC en la misión de verificación de cese del fuego, Marco León Calarcá, dijo que el nuevo acuerdo de paz debe refrendarse e implementarse a la brevedad posible para evitar situaciones que perturben el proceso de paz.

El pasado 29 de agosto, el gobierno y las FARC pusieron en vigencia un cese bilateral del fuego que debía ser verificado por la ONU en 27 zonas de concentración a las que los guerrilleros nunca llegaron por la derrota de los acuerdos de paz en el plebiscito del 2 de octubre. (I)