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Entrevista
"La normalización de las relaciones no se logrará con el bloqueo"
A pesar del acercamiento iniciado hace un año entre Estados Unidos y Cuba, las restricciones vigentes por el embargo impiden hablar de “una verdadera relación comercial”, estimó María de la Luz B’Hamel, directora de la política comercial cubana para América del Norte.
No obstante, en una entrevista con la agencia AFP, B’Hamel observa “avances positivos” en la aspiración de ambos países de normalizar sus relaciones.
Entre ellos, menciona, el restablecimiento del diálogo diplomático, la exclusión de Cuba de la lista de países terroristas y las medidas para relajar el embargo.
En este contexto, legisladores demócratas y republicanos anunciaron ayer la creación de un grupo especial en la Cámara Baja del Congreso en apoyo a un abordaje “más pragmático” para una mejora de las relaciones con Cuba.
En una carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, y la jefa del bloque demócrata, Nancy Pelosi, 12 legisladores de los 2 partidos advirtieron que se proponen promover una política bilateral “que refleje los intereses de los estadounidenses”.
¿Han progresado las relaciones comerciales entre Cuba y Estados Unidos en el último año?
Pensamos que ha habido avances, sobre todo en términos de los intercambios, en conocernos. Somos dos países vecinos que después de más de 50 años sin relaciones, con todo el peso del bloqueo, inician un proceso de acercamiento. Es increíble el desconocimiento que hay todavía del alcance de las medidas del bloqueo (por la parte norteamericana). Aquí nosotros hemos tratado en ocasiones con contrapartes que se sorprenden: ‘¡pero eso no es posible!’, ‘¿pero eso está vigente?’. Es una madeja tan compleja, tan grande, tan enredada.
En este año hemos recibido infinidad de visitas de distintas entidades de Estados Unidos. El tema ha sido identificar los intereses comunes, descubrir potencialidades de cuántas cosas podríamos hacer. Pero no es posible hablar de relaciones normales mientras exista el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba y que verdaderamente no ha tenido modificaciones sustanciales.
Más allá del levantamiento del embargo, lo que es prerrogativa del Congreso, Cuba pide más medidas ejecutivas para limitar sus efectos. ¿Podría darnos ejemplos?
Hay una serie de competencias, de prerrogativas, que están aún en el terreno del poder ejecutivo, que sí podrían aplicarse y podrían contribuir a avanzar un poco más hacia el clima un poco más favorable en las relaciones en la esfera económica y comercial.
Las medidas adoptadas hasta ahora, entre enero y septiembre, son positivas, van en un sentido positivo, pero hasta este momento, por ejemplo, Cuba no puede utilizar el dólar en sus transacciones internacionales.
Eso afecta no solo la relación entre Cuba y Estados Unidos, sino que impacta también en las relaciones de Cuba con el resto del mundo, con los socios comerciales que tenemos en todo el planeta. El levantamiento de restricciones que se ha establecido para el sector de las telecomunicaciones, ¿por qué no establecerlo para otros sectores como la energía, donde hay tantas posibilidades, el turismo, la agricultura?
Pero en julio Cuba consiguió que fuera retirada de la lista negra estadounidense de “Estados que apoyan el terrorismo”, lo que paralizaba la ayuda económica de Estados Unidos y los avances comerciales y financieros...
Supuestamente esa era una de las razones para toda la persecución bancaria y financiera de Cuba. Sin embargo, ninguna medida se ha aplicado para darles confianza a los bancos y decir: ‘bueno, este país, este Estado (...) no tiene por qué ser blanco del temor de los bancos para trabajar con él’. Pero no, después de eso vino la multa al Banco Credit Agricole de Francia. Eso fue muy reciente (por haber violado los embargos estadounidenses a Irán, Sudán y Cuba).
Cuando salió Cuba de la lista, en la misma fecha se adoptó la disposición de que pudiesen ser exportados a Cuba bienes producidos en diferentes países que tengan hasta el 25% del componente de origen estadounidense. ¿Por qué mantener un límite y no decir eliminémoslo? Eso fue un paso positivo, pero realmente estos son temas sobre los cuales es necesario continuar intercambiando en base a la voluntad de ambas partes de avanzar hacia la normalización de las relaciones bilaterales. (I)