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La insurgencia islamita sería la responsable de matanza
La insurgencia islamita volvió ayer a golpear a las minorías de Pakistán con un atentado contra una iglesia que causó al menos 70 muertos, la primera gran acción terrorista desde que el Gobierno ofreció iniciar un diálogo con los integristas.Otros 133 fieles resultaron heridos en el ataque, cometido justo antes del mediodía (hora local) por uno o dos suicidas que se hicieron detonar los explosivos adheridos en sus cuerpos, cuando salían de la misa dominical de la iglesia de Todos los Santos de Peshawar, capital de la conflictiva provincia Khyber-Pakhtunkhwa.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, se mostró “conmocionado” por el ataque.
El número de 70 víctimas fue confirmado a EFE por un portavoz de la Policía, aunque, en declaraciones al canal privado Dawn, el jefe del centro al que trasladaban a las personas, el hospital Lady Reading, Arshad Javed, elevó a 75 el número de fallecidos. Entre las víctimas mortales estaban siete niños, 35 mujeres y dos policías musulmanes que vigilaban afuera del recinto, informaron los medios locales.
Aunque varios testigos hablaron de un doble atentado, fuentes policiales dudaban de que hubo un segundo terrorista y consideraron que probablemente el asesino lanzara una granada antes de volar por los aires.
Este ataque contra los cristianos, apenas un 2% de los 185 millones de paquistaníes, se suma a una creciente ristra de agresiones a las minorías religiosas que sacuden Pakistán desde principios de año. Aunque nadie se ha declarado el autor, existe unanimidad en atribuir la responsabilidad a los grupos extremistas suníes, cuya interpretación estrecha del islam constituye el fermento de la violencia contra los chiíes (un 20% de la población) y los cristianos, hindúes, sijs y ahmadíes (que juntos no llegan a un 5%).
El Consejo de Ulemas, la más alta autoridad suní en Pakistán, denunció el ataque y expresó su solidaridad a los “hermanos cristianos en esta tragedia”.