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Punto de vista
La importancia de la disputa electoral en Argentina
Seguramente se habrán cometido errores en este proceso político, de otro modo no nos encontraríamos en la situación actual, donde por primera vez un candidato representante de la derecha con partido propio tiene la oportunidad de llegar a la presidencia en elecciones democráticas. Sin embargo, eso no es lo más importante en este momento. En la historia latinoamericana, todos los procesos políticos populares en defensa de la soberanía nacional, del mercado interno y de una política exterior dirigida a preservar los intereses de la región tuvieron errores. Así fue con los gobiernos de Juan Perón en Argentina, de Getúlio Vargas y Joao Goulart en Brasil, y de Salvador Allende en Chile. Sería fácil hacer una lista de los errores políticos cometidos que llevaron al ascenso de la derecha en cada uno de estos procesos.
Lo importante es que, bajo el discurso que sostiene Cambiemos de terminar con los “excesos” del populismo y la corrupción, se esconde la pretensión de terminar con la agenda social que se instauró en los últimos años en Argentina. El predominio de la lógica del mercado que defiende Cambiemos -oculta durante esta campaña y hasta el domingo- significará en el mediano plazo un golpe a los avances en los derechos sociales que han sido obtenidos y afectará especialmente a los sectores populares que -en forma insuficiente-, han visto mejorar sus condiciones de vida en los últimos años.
Desde el comienzo de su carrera política, Macri ha contado con el apoyo de las entidades representantes de las derechas en América Latina: los think tank conservadores, los grandes grupos económicos y las entidades representantes del capital financiero. Estos serán los primeros en reclamar la fidelidad del candidato a sus principios cuando este llegue al gobierno.
Estudiando un poco la historia de nuestra región, es fácil prever lo que se viene en caso de un triunfo de Macri. Sería la reconfiguración del bloque social dominante desde la acción estatal, creando un “clima de negocios” en Argentina, alineando el país contra la integración regional autónoma, y contando con el apoyo del establishment internacional para que esta primera experiencia de la derecha democrática en América Latina, luego del ciclo de los gobiernos progresistas, sea exitosa y sirva de ejemplo que posibilite el triunfo de estas opciones en otros países. Es un gobierno que aspirará a consolidarse en el poder instaurando una hegemonía política con el apoyo de la mayor parte de los medios de comunicación, de los sectores medios y altos, y contando con los recursos del Estado nacional, provincial y de la Ciudad de Buenos Aires. Por esas razones, lo que está en juego en esta elección es el futuro del país y de la región en los próximos años. La disputa electoral se ha dado de tal forma que el candidato que defiende un “estado social activo”, junto con la preservación del mercado interno y el desarrollo de la industria nacional, es Daniel Scioli. Por eso, sin dudarlo, su triunfo se vuelve trascendente para nuestros países. (O)
* La nota fue escrita antes de conocerse los resultados del balotaje.